OJUANI OTURA (OJUANI ALAKENTU): PATAKÍES, SIGNIFICADO, CONSEJOS OBRAS O EBBOSES Y SECRETOS.
Ojuani Alakentu Shatiki Nabo Olu Ara Adifafun Orunmila Tinshawo Ile Olokuni Lodafun Obanla.
DICE IFÁ OJUANI OTURA.
- Abre bien los ojos para evitar ser engañado/a.
- Enamorarán a tu esposa, y es un amigo que ha trabajado o trabaja contigo.
- Ella no te va a querer, pero él recurrirá a unos polvos de quimbisa para lograr su intento.
- Ella es hija de Oshún y Obatalá.
- Tienes un hermano mayor que siente envidia de ti, pero no le prestes atención porque tu hermano acabará necesitándote.
- Hace tres días que te sientes mal, la justicia te está persiguiendo.
- En tu casa hay una persona con una herida en la pierna.
- Ten cuidado con una invitación que te van a hacer, no vayas porque tus enemigos intentarán dañarte en la comida o en la bebida.
- Había un cazador que llevaba tres días sin cazar y a ti te pasó lo mismo.
- Ten cuidado de no enfermarte al cazar, porque tienes una enfermedad interna y una herida en tu cuerpo, así que debes tomar medidas para que no te cueste la vida.
- Hay algo malo en tu puerta.
- Tienes un estilete en tu casa, tráelo para hacer una rogación con él.
- Hay tragedia en tu casa y tu mente está confundida.
EN ESTE ODDUN NACE:
1.- El gran secreto de Eshu Alakentu.
2.- La regla de palo kimbisa, creada en cuba por Andrés facundo petit que fue además tersiario de la orden de los dominicos, paleros y abakua.
3.- Las huellas digitales.
4.- El vidrio.
5.- Los maremotos.
DESCRIPCIÓN DEL ODDUN.
- Ifá de amarre. Aquí nació la quimbisa.
- Se hizo el pacto y un eggun que pasaba, lo recibió y lo llevó a su destino.
- Habla de matrimonio.
- Ifá de tarros.
- La persona es descarada y lo seguirá siendo.
- En este Ifá fue donde por primera vez se descuartizó un cadáver humano.
- La persona no desea reconocer las virtudes de los demás porque cree que él es el único virtuoso, por lo que se considera superior a los demás.
- Por lo regular, Ojuani Alakentu es mal hijo, mal hermano, mal amigo y poderoso enemigo.
- Cuando este Ifá se ve por el camino del gladiador (Yemayá), el awo o el aleyo deben oír y asimilar los consejos de Yemayá, para que sus enemigos no lo destruyan.
- Camino del príncipe loco; es Ifá de caprichos.
- De trastornos mentales.
- Aquí es donde se desean imponer los caprichos sobre costumbres y normas ya aceptadas por todos, pues la persona desea hacer, o que los otros hagan, lo que a ella le viene en mente, sin analizar las consecuencias.
- Este Ifá señala dominio del padrino sobre el ahijado y, a su vez, el desquiciamiento de este por los consejos del padrino.
- Señala dominio de alguien sobre el aleyo que se mira.
- Los omo alakentu (Ojuani Alakentu) para tener seguridad tienen que recibir a Olokun.
- Odde era cazador muy pobre, le dio akuko a Olokun y este le concedió suerte y dinero.
- En este Ifá, el awo en apereyu siempre tiene que echarle gungun de akuko y sus juju y tres centavos.
- Aquí habla del reconocimiento de la persona por las manos.
- Las huellas dactilares.
- Nació el gran secreto de Eshu Alakentu, y el porqué el pavo real cuando se mira las patas, se abochorna.
- Al pavo real cuando muere en la casa del awo hay que hacerle Ituto.
- Ifá de complejos.
- Es Ifá de vivir bien si hace lo que marca Oddun, si no nunca será nadie.
- Hay que respetar a los mayores.
- No se tiene paradero fijo, pues se vive errante.
- Cuidado con hijo que tienes o vas a tener y que no es tuyo.
- Abra bien los ojos para que no lo engañen más.
- Hay que tener cuidado con los chismes que hacen producto de la envidia.
ESHU DEL SIGNO: Eshu Alakentu.
ESHU ALAKENTU: Puede ser un caracol cobo en posición horizontal o un bastón hecho de cedro que lleva la carga en la vuelta de la empuñadura. Se monta a las doce de la noche.
Carga: gunugun, leri de eggun y elese eggun, leri de owunko, de akuko, de gunugu, adan eyele, ekun, eya, bibijagua, tierra de bibijaguero, 7 centavos que se piden a distintas personas, ilekan, tierra de las 4 esquinas, de la loma, de la plaza, de la iglesia, cascara de caracol machacado, cuentas de todas clases, juju de aikordie, tres caracolitos chiquitos, obi, kola, osun, arida, 7 abere, raíz de atiponla, ceiba, palma, cocotero, jaguey, jobo, iwereyeye, 21 ewe de Osha, igui tres peonias. La carga se reza y se le da un toti, arriero y un siju; se coge el cobo o el bastón y se le dan tres jío jío a los que se les sacan los corazones, las lenguas y ojos para echarlos hechos iye en la carga. Se lava el Elegba despues de montado con 21 ewe de Osha.
BASTÓN DE ESHU ALAKENTU: Bastón de cedro o de jocuma, se carga a las doce de la noche debe tener la medida de la cintura del que lo recibe.
Carga: gunugun de leri y elese de eggun, de akuko, de owunko, adan eyele, de etu, gunugun, eku, leri de aya, ade de agboyami, inle de bibijagua, de la plaza, de una loma, de una iglesia, de las 4 esquinas,de la manigua, una bibijagua, ilekan, cascara de igbin, gbogbo ileke, aikordie, afoshe de igui, de jaguey, jobo, peonia (semillas y hojas),raices de siete igui fuertes, eru, obi, kola, aira, osun naburu, ou. Al bastón se le sacrifica en la playa toti, arriero, siju y jío jío meta, de los que se cogen las leri, lenguas, corazones y elese, se tuestan y se reducen a iye. A este se le cubre la cara con siete caracoles colgantes con flecos de cuentas variadas. Se lava con 21 ewes fuertes y no puede faltar el ewe reyeye y ewe tete. Este se desmonta por el awo a cierto tiempo cuando tenga problemas y se para apoyado del mismo en la puerta de su casa. Las siete abere van para la cazuela.
EWE DEL SIGNO: Kimbansa, hierba fina, hierba ratón, caña santa.
OBRAS Y TRABAJOS DE OJUANI ALAKENTU.
OZAIN DE OJUANI ALAKENTU: Arena de mar, del río, pelo de chiva, tierra del ile Oshosi, lengua de eyele, tierra del cementerio, garras de pájaro, tierra de hospital, soga, otí, ajonjolí, maíz, pelo de perro, polvo amarillo, ache, cola, eru, obi, osun, secreto del pato, espina de zarza, eku, eya, pata de gallina, vidrio roto, pedacitos de hierro, 3 otá, yerba fina, pelo de carnero, ataré de la bodega, ewereyeye, ila, ile, akan, lagarto. La cazuela de Ozain se lleva al pie de una mata de plátano, al mar, al río o ceiba, a escoger. Tagalos de estos lugares se ponen adentro.
EN EL ODDUN OJUANI ALAKENTU: Azojuano tenía una guerra con los abeshumilei (mayomberos) y los mató a todos y a sus cazuelas, echándoles en el techo de sus casas: corteza de palma de corojo, azogue, ajonjolí, ataré. Esto se ruega al pie de Azojuano, si no se tiene al tablero, poniendo sus signos en el mismo. El güiro de Ozain se llama aberu y aheru y es el radar, transmite a Ozain y Aroni. Se sella con cera, con un pollo se le da eyerbale al güiro (el pollo se deja en un hueco), después se sopla otí, otí kana, lleva adán, ekute entero, obi, eru, cola, osun, 21 ewe. Se hace entierro de 21 días ewe, 21 igui, se hace entierro de 21 días ilé jara, ceiba, hormiguero, bibijaguero, centro de un monte.
EBBO: Akuko, asho fun fun, dun dun, aperi, arolodo, morada, pupua, un aye, aku, eya, 7 obi, 6 ajíes, opolopo owo. Después del ebbo kofibori con eyele meyi fun fun. Todo esto para el awo es por osorbo arun.
PARA LA NATURALEZA: Durante siete días mamu omiero de güira cimarrona, y a los 9 días un purgante de palmacristi y despues chicha de berro con romerillo y no coma mas que bistec, arroz y leche y nunca mas indoko si quiere ponerse bueno.
EBBO: Un cuchillo, akuko, epo.
EBBO: Tres flechas, 4 eyele, akuko, soga, una botella de otí, ajonjolí, maíz un perrito. Y este ebbo se lleva frente a San Lázaro.
EBBO: Akuko, eyele meyi, soga, 3 flechas, $4.20.
IKOTO OZAIN: Añari okun, odo, inso, eure, atitan ilé ajere (cárcel), elenu eyele, atitan ibuse oku (cementerio), garras de eiye (pájaro), atitan ilé arun, yarako, otí, ajonjolí, awado, inso de aya, iye akueri (polvo), arolodo, kola, eru, obi, osun, ashiri kuekueye …
SECRETO: igun de garza (espina), eku, eya, pata de gallina, vidrio roto, pedacito de irun (hierro), ota meta, hierba fina, inso de ado, atare de la bodega, iwereyeye, ila, ilekan, aguema.
NOTA: la ikoko ozain se lleva al pie de una mata de plátano, al mar, al río, a una ceiba; se cogen rastros de estos lugares y se ponen dentro.
OZAIN OPARALDO: Un obi seco, tres clases de albahaca, tres leri de eya, un eñi adie fértil. Se lleva el obi sobre Elegba, despues se rompe el obi sobre la sombra y se recogen los tiestos y se llevan al mar. Se regresa a la casa y se baña con lo que caiga sobre Elegba, se recoge lo del baño y el paño con que se seco y lo lleva al río y al regresar da un osiadie a Elegba y después lo lleva al pie de una mata con un medio y se llama a Eshu Alakentu. Después se le pone tres pelotitas de ishu con eku, eya, y un atare cada uno y tres itana.
REZOS Y SUYERES.
REZO: Shakuti Mebo Oluara Adifafun Orunmila Tinchawo Ilé Olokun Aure Lebo Chaquiti Lebo Oluo Aro Adifafun Oshosi Tinchele Leri Edo Akuko Lebo Eyele Akuko Lebo. Ikú Kipa Mosu Lollu Awo.
REFRANES:
1.- La obediencia salva.
2.- Al mejor escritor se le va un borrón.
3.- El perro y el león entraron en porfía, el que tenga miedo que se compre un perro.
RELACIÓN DE HISTORIAS O PATAKINES DE OJUANI ALAKENTU.
1.- EL HERMANO MENOR FUE EL QUE LO SALVO.
REZO: Shikiti Nebo Olu Aru Adifafun Orunmila Tinsha Ibo Ilé Olokun Lodafun Obanla.
EBBO: akuko, adie, abo, eure, eyele, añari, ota, 6 manda rrias, demás ingredientes, opolopo owo.
DISTRIBUCIÓN: las mandarrias se le ponen a Shangó, el abo es para Shangó o Yemayá y la eran se les reparte a los presentes.
PATAKIN:
El Oba destituido aceptó la condición impuesta por su hermano menor y le entregó el control de su reino. El hermano mayor, quien había perdido todo y se había refugiado en la tierra de su hermano, se vio nuevamente en una posición de poder gracias a la intervención de su hermano menor.
A partir de ese momento, los dos hermanos comenzaron a trabajar juntos para reconstruir el reino y restablecer la paz en la región. El hermano menor utilizó su sabiduría y liderazgo para guiar al reino, mientras que el hermano mayor aprendió de sus errores pasados y se convirtió en un aliado leal y respetuoso.
Con el paso del tiempo, el reino prosperó bajo el reinado conjunto de los dos hermanos. Juntos implementaron políticas justas y promovieron el bienestar de su pueblo. La reconciliación entre ellos no solo trajo estabilidad al reino, sino que también fortaleció su vínculo fraternal.
En adelante, los dos hermanos gobernaron en armonía, recordando siempre los momentos difíciles del pasado y valorando la importancia del perdón y la unidad familiar. Su historia se convirtió en una lección de superación, perdón y reconciliación para todos los habitantes del reino y las generaciones futuras.
2.- LA HIJA DEL HUEVO DE GALLINA.
REZO: Taniwa Libo Omi Mio Notori Kini Ni Tori Kini Omini Okutele Omoni Eñi Adie.
EBBO: akuko, adie, eñi adie, eyi ekute (piel de ratón), asho arae, akara bibo, igui, otí, demás ingredientes, opolopo owo.
PATAKIN:
En este camino vivía un hombre extremadamente pobre llamado Tetelono, quien ni siquiera tenía esposa. Se alimentaba de ratones del campo y su capa y pantalón estaban hechos de piel de ratón. Un día, mientras salía de su humilde choza para cazar ratones en el monte, se encontró con un Eñi Adie y se dijo a sí mismo: «Comeré este Eñi Adie cuando el viento sople desde ese lado», y lo guardó en su casa. El hombre continuó su búsqueda de ratones y al regresar a su choza, colocó el huevo en un lugar seguro, esperando que el viento soplara en la dirección que había indicado para poder comerlo.
Al día siguiente, salió al monte como de costumbre para cazar ratones, y al regresar por la tarde encontró un trozo de pan recién cocinado y oti recién preparado. Esto sucedió varios días seguidos. Se preguntaba asombrado: «Si no tengo esposa, ¿quién, que no sea mi esposa, está cocinando pan y preparando oti?».
Un día, una hermosa mujer salió del huevo y le dijo a Tetelono: «Incluso cuando esté borracho de oti, nunca me llames omo de Eñi Adie». A partir de ese momento, esa joven se convirtió en la esposa de Tetelono.
Un día, la joven le preguntó: «Tetelono, ¿te gustaría tener personas bajo tu mando?». Él respondió afirmativamente. La mujer salió de la choza y comenzó a golpear el lugar donde se arrojaban las cenizas. Al día siguiente, cuando Tetelono despertó, escuchó un gran bullicio como de mucha gente. Se había convertido en jefe, vestía con piel de chacal y su choza se había transformado en una gran mansión. Alrededor de ella, había un gran pueblo lleno de personas que acudían a él con solicitud y desde todas partes le gritaban: «¡Salud, jefe! ¡Salud, jefe!». Tetelono era el jefe de ese inmenso pueblo.
Tetelono empezó a enorgullecerse y despreció sus antiguas ropas hechas de piel de ratón, las mandó a quemar y pasó a vestir únicamente prendas confeccionadas con pieles de chacal. Por las noches, se cubría con cálidas frazadas.
Un día, Tetelono se emborrachó con oti al punto de no poder moverse y comenzó a gritarle a su esposa: «Hija de huevo de gallina, sí, te llamo así, eres una hija de huevo de gallina». Por la noche, Tetelono se acostó bien abrigado con las pieles de chacal y se quedó profundamente dormido. A medianoche, se despertó sintiendo frío y al palpar se dio cuenta de que estaba acostado en el duro suelo, cubriéndose con sus antiguas pieles de ratón que apenas le llegaban a las rodillas. Se dio cuenta de que su esposa no estaba a su lado y que ella se encontraba dentro de su antigua choza. Lleno de temor, se levantó y vio que el pueblo ya no existía. En ese momento, recordó todo y exclamó tristemente: «Ay, ¿qué será de mí? ¿Por qué le grité ‘hija de huevo de gallina’? ¿Por qué no supe guardar ese secreto?».
Tetelono volvió a ser un hombre extremadamente pobre, sin esposa ni hijos. Envejeció y murió, alimentándose únicamente con carne de ratón y vistiendo los secos pellejos de esos animales.
NOTA: La mujer es quien otorga la suerte que uno disfruta. No la maltrates ni la ofendas, porque el día que ella te abandone, nunca más levantarás la cabeza. Morirás pobre, hambriento, sin ropa y sucio. Este Ifá trata sobre ataduras. Hiciste un pacto con un eggun, lo recibiste y lo llevaste a su destino.
Aquí nació la quimbisa, el Ifá de los adulterios y los engaños, ya que por maltratar a su esposa se pierde. La persona es desvergonzada y seguirá siéndolo.
3.- LOS DOS CAPATACES.
PATAKIN:
Había un capataz muy querido por todos sus trabajadores, pero tenía un enemigo que constantemente lo contradecía, afirmando que él estaba demasiado viejo para liderar y que debía ser reemplazado. El jefe tomó la decisión de sustituirlo, cediendo al deseo de su opositor.
El nuevo capataz, al asumir el cargo, ordenó un paro laboral para celebrar su triunfo, dedicándose a festejar y sin trabajar durante tres días.
El capataz desplazado, quien era hijo de Yemayá, decidió consultar a Oshún, y en el oráculo le salió este Ifá. Le marcaron hacer un ebo con dos akuko y un lingote de hierro. Él realizó el ebo y los akuko fueron ofrecidos a Yemayá junto con el ebo. Luego, Orunmila le dijo: «Llévalo al embarcadero y amarra el lingote a la quilla de uno de los barcos que se encuentran allí». El capataz despedido siguió las instrucciones, aprovechando que todos estaban ocupados en las festividades, sin darse cuenta de lo que él hacía en una de las embarcaciones.
Cuando la celebración terminó y cada uno regresó a ocupar sus puestos de trabajo, aquellos que estaban a cargo de la barcaza no pudieron moverla a pesar de sus esfuerzos. Se vieron en la necesidad de llamar al nuevo capataz, pero incluso él no pudo lograr que el barco navegara. Como resultado, el trabajo en el embarcadero se vio paralizado.
Ante esta situación, el dueño del embarcadero decidió buscar al antiguo capataz, considerando que tenía más experiencia que el recién llegado para resolver el problema. Cuando el capataz viejo volvió a asumir su posición, Yemayá, con su virtud, liberó el lingote de aquella embarcación, lo que permitió que comenzara a navegar y se restableciera el trabajo en el embarcadero.
El nuevo capataz, al ver su fracaso y ser despedido, se emborrachó y fue a buscar a su hermana, quien era hija de Oshún y solía darle buenos consejos, aunque él nunca los escuchaba. En ese momento, mientras ella intentaba aconsejarlo, él le propinó un fuerte golpe que la mató. Luego, ocultó el cadáver en la bodega de un barco. Sin embargo, debido a las huellas que dejó debido a su estado de embriaguez, se descubrió quién había sido el responsable. La justicia lo arrestó y lo juzgó por el asesinato de su hermana.
NOTA: Este patakín advierte sobre las huellas que uno puede dejar en un lugar y que pueden causarle problemas. Surgieron las huellas y los vidrios. La carga de este Elegbá lleva vidrio en su secreto. No tiene un destino fijo. Se guarda un artículo personal con la cabeza de Eggun dentro. Habla de un enemigo que desea tomar su puesto de trabajo, posición o usurpar sus derechos. Debido a la bebida, puede cometer un acto vergonzoso que le pesará mientras viva.
4.- EL CAZADOR.
REZO: Tinshe Ile Olofin Ewe Elebo Aikiti Lebo Oluwo Aro Adifafun Enisi Tinshe Re Leri Abo, Akuko Lebo, Eyele Lebo Ki Palayi Awo.
REZO: Shakiti Nebo Aldora Adifafun Adifafun Orunmila Tinshoke Ila Olokun Aure Lebo Shiki Lebo Oluo Awo Adifafun Oshosis, Tinshero Leri, Odo Akuko Lebo, Eyele Lebo, Iku Kifa Yoyi Owo.
EBBO: owunko, eyele merin, yarako, ofa meta, una botella de otí, ajonjolí, awado, un aya keke, demás ingredientes, opolopo owo.
NOTA: el ebbo se lleva frente a san lazaro cazador.
PATAKIN:
En los primeros tiempos de la creación, los bosques eran azotados por un frío implacable y Ojuani Alakentu apenas encontraba algo para calmar su hambre. Se dio cuenta de que cada vez escaseaban más los alimentos vegetales que solía recolectar del suelo. Ojuani Alakentu comenzó a buscar otra fuente de alimento, pero lo que encontró no permanecía quieto, sino que se movía de un lugar a otro, escapando de aquellos que lo perseguían. Desesperado, Ojuani Alakentu consultó el oráculo y vio este Ifá, su oddun, que le indicaba hacer un ebbo. El nuevo alimento era la carne, que al ser consumida por él y su tribu con mayor frecuencia, los hizo más fuertes y les permitió dedicar más tiempo al trabajo. Sin embargo, la nieve, las tormentas y el frío dificultaban la caza en el bosque, por lo que era necesario tener reservas de carne para el invierno.
Esto llevó a Ojuani Alakentu y su tribu a abandonar el bosque, ya que tenían que seguir a los animales y expandir su dominio hacia las llanuras y los valles, lugares en los que no podrían sobrevivir si continuaban dependiendo únicamente de raíces y frutas recolectadas. Ojuani Alakentu experimentó una transformación al convertirse en cazador, imponiéndose una vez más sobre los elementos naturales.
Sin embargo, llegó el momento en que fue necesario buscar animales de mayor tamaño, y en las llanuras había una gran variedad de ellos, como el gigantesco mamut, que avanzaba lentamente sin hacer ruido, como una montaña en movimiento. A Ojuani Alakentu le gustó mucho la carne de estos animales y se dedicó a cazarlos, lo cual se hizo común entre las tribus.
¡Kaferefun Orunmila, Kaferefun Oshosi, Kaferefun Azojuano!
5.- EL HERMANO AUTOSUFICIENTE.
PATAKIN:
Eran dos hermanos, uno hijo de Yemayá y el otro hijo de Obatalá. El hermano menor, hijo de Yemayá, creía saberlo todo y se consideraba capaz de resolver todos sus problemas por sí mismo. Un día, se separó de su hermano mayor y se enfrentó a una guerra contra unos piratas que llegaron y casi lo destruyen por completo. Envió a un grupo de sus seguidores a la tierra de su hermano mayor para pedir ayuda. En respuesta, el hermano mayor envió rápidamente a sus soldados para socorrerlo.
Después de derrotar a los piratas, el hijo de Yemayá no sabía cómo enfrentarse a su hermano mayor. Cuando finalmente se encontraron, el hermano mayor le dijo: «Por más que creas saber mucho, yo siempre sabré más que tú, porque tengo la experiencia que tú aún no has adquirido».
NOTA: Este patakín enseña que, por mucho conocimiento que se tenga, es importante respetar a los mayores.
6.- EL PAVO REAL, NACE EL SECRETO DE ESHU ALAKENTU.
REZO: Ojuani Alakentu Omo Yobi Ifá Ala Ala Meyo Bokun Alakentu Abo Oba Moguire Alakentu Olokun Moyoku Toba Ni Mogun Moyare Alakentu Awani We We Elegbara Omosu Alakentu Mo Ozain Ounshishe Omo Alakentu Olofin Oboni Yobi Odara Yobi Ifá Oba Ni Yare Ozain Ifá Kaferefun Elegbara, Ozain, Olokun, Ati Obatalá Ona Ni Yere Oba Tinshe Elegbara Alakentu Etu, Abo Ni Yare.
EBBO: akuko, osiadie meta, un baston de igui ewefa, juju de abo de aggue, abore mokanla, leri de eya tuto, leri de ekute, de juju de alakano, eku, eya, epo, demás ingredientes, opolopo owo.
PATAKIN:
En este camino, nació la tierra Alakentu, gobernada por Elegbara. Sin embargo, Elegbara tenía un secretario llamado agboyami, un pavo real, a quien le confiaba sus secretos. A pesar de que agboyami vivía cómodamente en casa de Elegbara, era una persona compleja y no era sincero.
Elegbara tenía un omo (hijo) llamado Yobi Ifá, quien le advertía que tuviera cuidado con agboyami, ya que no era confiable. Pero Elegbara no creía en las palabras de Yobi Ifá, considerándolo demasiado joven en Ifá.
Agboyami logró obtener un gran poder y siempre desplegaba su hermosa cola. Al verlo así, Elegbara cantaba: «obogbo Yobi Wawa Lodo Oyá Guare Agbo«. La gente de la tierra Alakentu iba a ver a Agboyami y Elegbara comenzaba a adivinar para ellos, y todos respetaban sus palabras.
Ozain, quien sabía que Agboyami era malicioso y traicionaría a Elegbara, le advirtió, pero él no le hizo caso. Con el tiempo, Elegbara seguía realizando la misma ceremonia, pero Agboyami a veces se aparecía y se dirigía a los secretos de Elegbara para realizar sus propias ceremonias. Cantaba: «oni mayoro orun oyu toribashe Elegbara» y recibía sus ofrendas y las esparcía por la tierra de Alakentu para ocultar sus acciones. Sin embargo, Yobi Ifá, quien lo había visto todo, salió llorando y cantando en el camino: «Olona Omo Soku Omolu Yobi Ifá Olokun Ade Bibo She Agboyami». Llorando, se dirigió hacia Olokun, quien lo escuchó y comenzó a cantar: «bara Hara Alakentu Omo Leri Yobi Alakentu».
Elegbara, quien estaba cerca con Ozain asesorándolo, escuchó el suyere y ambos se dirigieron hacia esa dirección. Vieron a Yobi Ifá arrodillado frente a Olokun, revelándole las quejas sobre las acciones de Agboyami. Elegbara también se arrodilló ante Olokun y le juró que escucharía a su hijo. Olokun le dijo a Elegbara que debía jurar a su hijo en el gran secreto de Alakentu y que debían buscar a Obatalá y a Oduduwa para consagrarlo, pero antes debían quitarle todo el poder a Agboyami. Olokun le dijo a Ozain: «tú serás quien vaya al lugar donde está el secreto de Agboyami, lo romperás y tomarás todas las juju que están colgadas por la tierra de Alakentu para que todos vean lo que sucederá».
Elegbara buscó a Oduduwa y a Obatalá, y juntos, junto con los demás orishas, comenzaron a cantar: «agboyami, Agboyami Obeye Ku Iku Aba Ala Eri Moyare Fo». Agboyami comenzó a bailar con sus juju levantadas, y en ese momento, Ozain las quemó. Agboyami, al mirar hacia sus patas, empezó a dar vueltas. Elegbara aprovechó esa oportunidad y le arrebató la corona a Agboyami, quien se avergonzó y bajó todas sus juju de la cola. Fue sometido a un ituto, un ritual de purificación.
Oduduwa y Obatalá ensartaron un collar negro y blanco, tomaron las juju de Agboyami y consagraron a Omo Yobi Ifá. Ozain le entregó un bastón y le dijo: «Aquí tienes tu gran secreto para que seas el rey de esta tierra». Elegbara se alegró mucho y rindió homenaje (moforibale) a todos los orishas que estaban presentes. Comenzó a cantar: «omo Iré Mawao Elegbara Tari Loshe Iré Bawao Omo Alakentu».
NOTA: Este es el suyere que se canta en este camino. El primer orisha al que se le puso una corona fue a Eshu Alakentu, porque aquí nació el gran secreto de Eshu Alakentu. Cuando el pavo real mira sus patas, se avergüenza. Cuando muere el pavo real, se le debe realizar el ituto. Este Ifá habla de complejos. Si se siguen las indicaciones del oddun, se puede vivir bien, de lo contrario, nunca se logrará el éxito.
7.- EL CAMINO DE LOS DOS HERMANOS.
EBBO: osiadie, malaguidi meta, un botecito, ofa meta, yarako, omi okun, omi ile ibu, omi ile osa, demás ingredientes, opolopo owo.
PATAKIN:
Había un territorio cerca de la tierra Abo Okuta donde Awo Ojuani Alakentu era el dueño y el rey. Tenía dos hijos y el mayor de ellos creía tener más derechos que el menor.
El rey tenía un embarcadero llamado Ibu Nibu, donde todos debían pagar tributo para poder pasar hacia la capital. Al encontrarse viejo, le encomendó al hijo mayor que se encargara del negocio. Sin embargo, un día el hijo mayor comenzó a maltratar a los esclavos que transportaban a las personas hacia la capital, donde se adoraba a Oko Iba Igui y se le ofrecían ofrendas a sus antepasados en días específicos.
Un día, sin autorización de su padre, el hijo mayor azotó brutalmente a tres esclavos. Uno de ellos murió, otro se infectó un pie y el más joven le dijo: «Tú nos azotaste sin razón, pero tu castigo vendrá. Tú eres hijo del rey, pero no sabes quiénes somos nosotros». En ese momento, el hijo menor del rey llegó y evitó que su hermano continuara maltratando al esclavo y le dijo: «Ahora le diré esto a papá».
Los hijos desconocían que su padre era Awo de Orunmila, por lo que al escuchar lo que había dicho su hijo menor sobre su hermano mayor, el padre consultó Ifá para resolver la situación. Ifá reveló que era demasiado tarde para el hijo mayor, ya que había maltratado a un hijo de Oggún, uno de Eshu y otro de Azojuano.
Ante esta situación, el padre reprendió a su hijo mayor, pero este no creía en Ifá. Entonces, el padre encomendó al hijo menor realizar una rogación con Owunko, Akuko, un Oko Iba (debe ser guiro), Ofa meta… El hijo menor cumplió con el ritual y luego ocupó el puesto que su padre le había dado anteriormente a su hermano mayor. Gracias a su inteligencia y trato amable, el joven ganó rápidamente la simpatía de los trabajadores del embarcadero y del pueblo.
Frente a esta situación, el hermano mayor difamó a su hermano menor ante su padre, llegando incluso a pedir que lo despojaran de su cargo. Sin embargo, el padre no accedió a ello. El hijo mayor se enfureció, insultó a su padre y cuando este ordenó que lo arrestaran, el hijo mayor escapó y se adentró en el bosque.
Poco después de adentrarse en el bosque, se desató una fuerte tormenta de agua y viento. El río se desbordó y, mientras pasaba debajo de un árbol, una pesada rama cayó sobre él, haciéndolo perder el conocimiento. Fue arrastrado por el viento y llevado por las aguas. Al enterarse de la tragedia que había sufrido su hijo mayor, el padre dejó de cobrar tributo por el paso del río y el hijo menor se convirtió en el príncipe, siendo consagrado en Ifá en la tierra Abo Okuta.
Con el tiempo, el hijo del rey adquirió dominio sobre la mayor parte de esa tierra, lo que llevó al padre a intentar destruirlo. Sin embargo, no pudo lograrlo porque el hijo había nacido bajo su propio Ifá y había venido a destronarlo para llevar a cabo lo que él no había hecho, que era trabajar en Ifá en lugar de seguir en el embarcadero. Pronto, el hijo logró su cometido tras la muerte de su padre, Ojuani Alakentu.
NOTA: Este camino indica que el hijo llega para destronar a su padre y cumplir en la tierra lo que su progenitor no pudo hacer, que es trabajar en Ifá.
8.- EL PRÍNCIPE LOCO.
REZO: Adifafun Awo Odo Awo Fiwere Awo Akuta Odara Ni Eggun Abere Owo Ofa Olowo Oju Muni Wiri Abu Feni Yawo Inshekiti Inshekiti Okuta Sottun Aye Olofin Awo Orun Igui Ekugaña Orun Belekun Olube Siwera Oku Gbogbo Eni Okua Awo Olofin Babosu Laye Eya Oni Awayatio Olofin Yawao Lodafun Orunmila Kaferfun Olofin.
EBBO: un akuko, una eyele, una ota ilé ibu odo, omi ile ibu odo, un agboran, gbogbo tenuyen, opolopo owo.
INSHE:
Este Ifá habla de los caprichos y los trastornos mentales. En este camino, las personas desean imponer sus propios caprichos por encima de las costumbres y normas aceptadas por todos. Cada individuo busca hacer lo que le viene a la mente sin considerar las consecuencias. Para evitar esto, se recomienda recoger tierra de cuatro lugares distintos y realizar un ebo con ellas, utilizando un malaguidi cargado con esas tierras y siguiendo las indicaciones de Orunmila.
Se debe alimentar a eyele junto con Orun y luego realizar el ebo, llevándolo directamente a colocarlo sobre un peñasco o piedra que sobresalga en el centro del río, ofreciendo también un akuko. Cada año, el awo debe convocar al espíritu en ese lugar para recibir su ayuda y evitar que tenga dominio sobre su persona.
Este Ifa también señala el dominio del padrino sobre el ahijado y, a su vez, el desequilibrio que puede generar en este último debido a los consejos del padrino. Además, indica el dominio de alguien sobre la persona que viene a buscar orientación y consejo.
PATAKIN:
En la tierra de Odo vivía un awo llamado Awo Odo, que era muy caprichoso y amigo de querer que todos hicieran lo que él quería. Cuando no lograba sus objetivos, le entraban ataques de locura y ordenaba dar muerte a aquellos que no le obedecían.
Él gobernaba el poder del río y resultó que en medio del río había una roca grande donde vivía Awo Okuta. Él no tenía el poder del reino, pero era muy bien mirado por Olofin debido a su obediencia y fortaleza. Todos los días, cuando el agua chocaba contra aquella roca, Awo Odo le decía a Awo Okuta: «Algún día te quitaré de mi camino, ya que por tu causa tengo que desviar mis poderes y no logro dominar a todos». A lo que Awo Okuta respondía: «Si dependiera de mí, me retiraría, pero Olofin me colocó aquí para que sepas que debemos vivir juntos y llevarnos bien. Sin embargo, como tú eres el mayor en la tierra, con tu corona, te crees con más derechos que yo. Y esa es la razón por la cual Olofin no te permite destruirme ni anular mi existencia. ¿Qué sería de los más pequeños si el más grande utiliza su poder para pisotearlos?».
Awo Odo no escuchaba lo que le decía Awo Okuta y cada vez era más insistente en su afán de dominación y destrucción, introduciendo en su tierra la envidia y el odio entre todos.
Cansado Awo Okuta de tanta lucha, fue a casa de Orunmila para pedir consejo. Él le dijo: «Recuerda que esa es la tierra de Ojuani Alakentu, donde los enemigos siempre luchan unos contra otros. Cada día su odio y envidia serán más fuertes. Pero no podrán vencerte siempre que sigas los preceptos de Ifá, porque Olofin te ha creado como un ejemplo a cuidar toda tu vida y para ayudar a tus semejantes». Orunmila le indicó un ebo y al terminar le dijo: «Recuerda que tu tierra está gobernada por un rey que está loco y siempre llama a Orunmila como Orun. Olofin no podrá vencerte porque junto a ti vive Igui Amugara, que es el poder invencible de Orun Salekun Orun. Solo una vez sucederá, un día al año, una hora al año, cuando Olofin permita que su poder crezca y se endurezca. Pero tú mantente humilde en tu posición y llama al poder de Igui Amugara con una eyele dun dun y este rezo: ‘Igui Amugara Efe O Mogbo Ni Soku Afe O Mogbo Ni Fokun'».
Después de ese tiempo, cuando él llegue aquí, tendrá que ser manso y desviar el curso de sus poderes, porque el poder de Ifá no hay corona en la tierra que pueda vencerlo.
Awo Okuta siguió al pie de la letra todo lo que Orunmila le había indicado y poco a poco la gente de esa tierra comenzó a darse cuenta de que Awo Odo era un Awo Siguiere, mientras que Ogbe era el príncipe heredero. Aquellos que antes lo seguían lo abandonaron y finalmente, al darse cuenta de que sus poderes se desviaban, Awo Odo se sumió en su propia rabia y locura hasta que se autodestruyó.
Así se cumplió la palabra de este Ifá.
9.- DONDE OSHAGRIÑAN BAJO A LA TIERRA.
REZO: Oshagriñan Umbo Aiye Ñan Ñan Orisha Nile Olodumare Eyigbo Olofin Aiye Lodafun Oshagriñan Osode Awo Ode Ifá Ojuani Alakentu Eda Ida Murin Okuni Akuko Eyela Obini Akuko Aiye.
EBBO: akuko, eyele, ewe, ota, malaguidi, kasaban okan, leri de gunugun, eye de eyele, demás ingredientes, owo medilogun.
PATAKIN:
En este camino, Oshagriñan descendió a la tierra para establecer el respeto y la disciplina. En ese momento se crearon los Ebara fun fun, los primeros habitantes que ahora son los orishas. Todos eran andróginos y el mundo estaba al revés. Fue entonces cuando Olofin encomendó a Orunmila la tarea de corregir esa situación.
Orunmila visitó a los diferentes Ebara fun fun en busca de ayuda, pero todos se negaron argumentando diversas razones. Solo un anciano guerrero llamado Oshagriñan, que también era Oshade y tenía la costumbre de comer ishu desbaratado, aceptó el encargo. Se ató un cinturón de cuero torcido alrededor del pecho junto con su guiro mágico y su espada, y fue a consultar para saber qué debía hacer. En su lectura de Ifá, se comprometió a acompañarlo a la tierra y se le marcó un ebo, el cual cumplió rigurosamente junto con el Kofibori Eleda y el Etu. Luego partió hacia la tierra con su preparación mágica.
En la tierra de Eyigbo, convocó a todos los seres que allí vivían y les explicó que la forma en que estaban viviendo no podía continuar. Les dijo que la tierra necesitaba hombres y mujeres que se unieran y la poblaran, y que los Ebara debían liderar y recibir el poder de Olofin para guiar a esos hombres y mujeres. Los Ebara, temiendo su poder, abandonaron Ode Aiye y se fueron a Ode Orun. Entonces, Oshagriñan, valiéndose de su poder y el Ashe de Ojuani Alakentu, otorgó el permiso para procrear a una pareja de seres a quienes los Ebara les habían negado ese derecho.
Esta pareja se llamaba Ida Murin, el macho, y Eyela, la hembra. Fueron ellos quienes dieron origen al primer hombre y la primera mujer sobre la faz de la tierra, y Oshagriñan fue el que estableció el vínculo entre los Ebara y los seres humanos.
Por lo tanto, desde entonces este Orisha es conocido como Oshagriñan Oba Eyigbo Orisha Nile Olodumare Isiko Ojuani Alakentu.
En memoria de lo que Ode Aiye le debe a Oshagriñan, a este Orisha se le atribuye un cinturón de cuero de chiva con un guirito colgando, dentro del cual se coloca una piedra de una loma y una cadena de plata. Además, se le ofrece un Akuko fun fun. Como recuerdo del poder otorgado por Orunmila, lleva una Malaguidi cargada con leri de Gunugun y Eye de Eleggua, y se le ruega la leri con Etu Meyi.
El ozain de Oshagriñan se guarda dentro de un pozuelo de cedro que se coloca a su lado. Ojuani Alakentu descendió a la tierra con ese poder porque en Ode Orun no tenía organización, y gracias a Obatala pudo salvarse y obtener poderes en la tierra.
NOTA: El secreto de la perdurabilidad de Ojuani Alakentu reside en el respeto y la disciplina, ya que Obatalá, tanto por la virtud de Orunmila al llevarlo a Ode Aiye con su poder, como por su destrucción y aniquilación, es fundamental. En este Oddun, se ofrece Adie Meyi fun fun a Obatalá y también se recibe a un Orisha llamado Agbala, un Orisha fun fun que reside en el árbol de Peregun y se coloca en el patio.
10.- OLUGARA EL DESOBEDIENTE.
REZO: Maferefun Babalu Aye Maferefun Olokun Ni Ebo Olugara Adifafun Orunmila Tinshawo Ile Olokun Eure Lebo Shakiti Lero Oluo Ara Adifafun Oshosi Tinshoro Leri Oke Oko Akuko Lebo Eyele Lebo.
EBBO: eure, akuko, eyele, asho mesan, adie meyi, owunko, demás ingredientes, opolopo owo.
PATAKIN:
Había un padre que tenía varios hijos y el mayor se llamaba Olugara, el cual era desobediente, terco, pendenciero y causaba conflictos. Por este motivo, el padre un día, cansado, le dijo que se fuera a recorrer el mundo en busca de fortuna por la tierra de Yeran.
Olugara partió hacia la tierra de Ilu Yeran, pero allí no fue bien recibido, ya que se creía superior a los demás. Discutía con todos y provocaba conflictos, lo que le granjeó enemistades. Al no sentirse a gusto en Ilu Yeran, enfermó y le salieron granos en las piernas y los pies, además de sufrir problemas estomacales. Decidió abandonar esa tierra y dirigirse hacia Dahome. Sin embargo, antes tuvo que atravesar un largo trecho de mar, donde Olokun le dijo: «Hijo, cambia tu forma de ser para que en el futuro no te encuentres aislado y convertido en un vagabundo».
Olugara, siguiendo los consejos de Olokun, llegó a la tierra de Dahome, adoptando una actitud humilde y fue bien acogido allí, al igual que Oluo Popo en el pasado. Al principio, Olugara se comportaba correctamente, pero luego empezó a portarse mal, olvidando los consejos de Olokun y tratando de demostrar su sabiduría y superioridad sobre los nativos de esa tierra. Esto provocó el odio y la enemistad de aquellos que lo habían recibido bien, por lo que tuvo que marcharse. Antes de partir, consultó a Oluo Popo, quien le aconsejó que cambiara su forma de ser y, para curarse, lo recibiera a él y a su acompañante, Eshu Afra, y que dejara de comer granos y cualquier cosa del interior de los animales.
11.- MAL HIJO, MAL PADRE, MAL ESPOSO Y MAL AMIGO.
PATAKIN:
Había una vez un matrimonio con varios hijos, y entre ellos, uno se creía superior a los demás. Este hermano prepotente sentía una gran envidia hacia uno de sus hermanos mayores, pues pensaba que su madre lo prefería por encima de todos. Decidió tenderle una trampa y lo invitó a dar un paseo.
La madre, que conocía bien a sus hijos, se enteró de esto y advirtió de inmediato a su hijo mayor para que no aceptara la invitación. Ella veía la maldad y el deseo de matarlo en los ojos de su otro hijo, impulsado por la envidia.
Sin embargo, el hermano malintencionado había escuchado la conversación y se enfureció tanto que salió de su escondite, golpeó a su madre con un objeto pesado y la dejó muerta. Luego se marchó, abandonando a su hermano con el cadáver y esperando que se las arreglara por sí mismo.
El hermano al que consideraban lento y torpe comenzó a llorar desconsoladamente. Sin embargo, enseguida se recuperó y decidió darle una lección a su hermano. Tomó el cuerpo sin vida de su madre en brazos y lo llevó hasta la orilla del río. Allí la lavó, eliminando la sangre de su cuerpo, la vistió con sus mejores ropas y la recostó en un tronco de árbol como si estuviera descansando después de un arduo trabajo. Luego se escondió entre la vegetación, esperando lo que estaba por suceder.
Poco tiempo después, un hombre se acercó por el camino. Al ver a aquella hermosa mujer recostada en el tronco del árbol, se arrodilló a su lado y exclamó: «¡Qué mujer tan hermosa!» Intentó tocarla, pero el cadáver cayó al suelo, inerte como estaba, lo cual sorprendió y aterrorizó al pobre hombre.
Entonces, el joven salió de su escondite con profundo dolor y comenzó a recriminar al desafortunado hombre: «¡Oh, señor, has matado a mi amada madre! Ahora recibirás el castigo que mereces. Sin embargo, si no quieres que esto se divulgue y que la tribu nos condene, dame una compensación por tu delito para así mitigar mi sufrimiento».
Indignado, el viajero, consciente de su inocencia en ese crimen, se negó rotundamente a satisfacer las demandas del joven y declaró que no pagaría ningún tributo por un delito que no había cometido. A pesar de ello, el joven persistió y llevó su caso ante el tribunal de la tribu, acusando al hombre inocente de asesinato. El tribunal decidió imponerle una fuerte multa al hombre, quien tendría que pagarla si quería evitar un destino aún peor. Ante esta situación, el hombre no tuvo más opción que cumplir con las demandas del joven, pagándole los tributos exigidos.
Una vez que el joven logró sus propósitos, regresó a casa y mostró a sus hermanos la cantidad de dinero obtenida a través de sus engaños. Les dijo: «Miren, hermanos, he vendido el cadáver de nuestra madre, a quien tú mataste. La vendí y su precio ha sido mayor estando muerta que si estuviera viva». Estas palabras despertaron la envidia y el deseo de riqueza en aquel hermano que se creía más sabio que los demás. Al ver la fortuna de su hermano, decidió rápidamente: «Si asesino a cualquier otra mujer y la hago pasar por mi madre, podría obtener la misma o incluso mayor riqueza». Y así, como lo pensó, lo llevó a cabo. Mató a la primera mujer que encontró en su camino, la desmembró y la llevó al mercado del pueblo vecino para venderla.
Sin embargo, su acción fue descubierta de inmediato y fue capturado. Pero durante el trayecto hacia la prisión, aprovechó un descuido de sus captores y logró escapar. Dirigiéndose directamente a su casa, buscó a su hermano para vengarse. Lo encontró dormido y fue fácil atarlo y meterlo dentro de un saco. Acto seguido, se dirigió con él hacia el río.
Al llegar al río, recordó que tenía que hacer una visita urgente a un amigo, así que dejó el saco en la orilla, entre la maleza, y se dirigió al pueblo, a la casa de su amigo. Mientras tanto, su hermano, dentro del saco, pensaba rápidamente en cómo escapar de su adverso destino.
El viajero, al escuchar que alguien se acercaba por el camino, comenzó a gritar emocionado: «¡Oh, qué vida agradable se vive dentro de este saco!» Curioso, el hombre que se acercaba y oyó sus palabras, le pidió entrar en el saco. El joven le respondió: «¿Cómo puedo permitir eso?» El hombre insistió y el joven le dijo: «Desátame primero para que pueda salir, ya que los dos no cabemos aquí dentro». El ingenuo curioso desató el saco y sacó al joven, dejándolo en libertad. Luego, el joven rápidamente ató la boca del saco y se marchó a su casa. En su camino, compró todos los animales que estaban a la venta: cabras, chivos, corderos, gallos, gallinas y patos, y los llevó al corral de su casa.
Cuando el hermano regresó de casa de su amigo, sin decir una palabra, arrojó el saco al río con el pobre curioso dentro y rápidamente regresó a casa. Al llegar, quedó asombrado al ver tantos animales en el corral. Inmediatamente averiguó de dónde venían, y sus hermanos le dijeron que los había traído el «bruto». Sin creerlo, fue a ver al «bruto» y le preguntó: «¿Cómo saliste del saco y cómo conseguiste todos estos animales?» El «bruto» le respondió: «El genio del río me los dio cuando me vio después de que me arrojaste al saco. Se apiadó de mí y me colmó de riquezas».
La avaricia, la envidia y el deseo de superioridad nublaron la mente del hermano, y sin pensarlo dos veces, le dijo al «bruto»: «Anda, méteme en un saco y tírame al río». El «bruto» le respondió: «No lo hagas, yo te daré parte de mis bienes». Sin embargo, sabiendo lo avaricioso que era su hermano, este le dijo: «Guarda tus bienes, quiero tenerlo todo para mí. Si no me metes en el saco, te golpearé y acabaré contigo». Entonces, el hermano ató y metió al «bruto» dentro del saco, y lo llevó al río. Sin decir más palabras, lo arrojó con todas sus fuerzas a lo más profundo. Nunca más volvería a salir de allí.
Así, el hermano que era considerado el más «bruto» de todos venció al hermano que se creía más sabio y era el más ambicioso y despiadado. Este último no poseía ninguna virtud y ni siquiera amaba a su propia madre, deteniéndose ante nada para lograr sus objetivos. Nunca comprendió que existían personas con talento e inteligencia, ya que estas cualidades nacen con la persona y valen más que la fuerza y la avaricia.
En este Ifá, se relata por primera vez el acto de descuartizar a una persona. Aquellos que reciben este Ifá tienen dificultad para reconocer las virtudes de los demás. Piensan que son los únicos que poseen conocimientos y están dotados de una inteligencia superior a los demás, creyendo merecerlo todo. No escatiman esfuerzos para mantener su sentido de superioridad sobre los demás.
Estas personas pueden manifestar comportamientos negativos, siendo malos hijos, malos padres, malos esposos y malos amigos.
12.- UNA VEZ AL AÑO SUCEDE.
PATAKIN:
En medio del río había una gran roca. Todos los días, cuando el agua chocaba contra las rocas, el río le decía a la piedra: «Algún día te quitaré de mi paso, ya que por causa tuya tengo que desviar mis aguas».
A lo que la roca le respondía: «Si por mí fuera, yo me quitaría, pero Olofin me puso aquí para que sepas que debemos vivir juntos y llevarnos bien. Pero como tú te crees mayor y con más derechos que yo, Olofin no te permite destruirme ni avasallarme. ¿Qué sería de los pequeños si el grande utilizara su poder para aplastarlos?».
Sin embargo, el río no escuchaba las palabras de la roca y persistía en su afán.
Cansada de tanta lucha, la roca fue a la casa de Orunmila, quien le reveló este Ifá y le dijo: «Tu enemigo vive contigo y su odio será cada vez más fuerte, pero no te podrá vencer. Olofin te ha creado como un ejemplo a seguir. Debes cuidarte durante toda tu vida. Cuando vean que es imposible imponerse, recurrirán a la fuerza». Luego, le indicó los sacrificios necesarios.
Al finalizar, le dijo: «Solo una vez al año, un día, una hora, pasará por encima de ti. Será cuando Olofin permita que crezca y se enfurezca. Pero tú mantente humilde en tu posición, ya que después de ese tiempo, cuando llegue a ti, pasará suavemente y desviará su curso. No te podrá vencer».
13.- LA PROFECÍA DE ORUNMILA.
PATAKIN:
Había una vez un joven muy travieso pero noble. Aunque él compartía todo lo que tenía con los demás, los otros chicos no correspondían de la misma manera. A sus espaldas, decían que no lo invitarían a jugar. A veces, el joven se sentía herido y se refugiaba en su casa. Su madre, al verlo en ese estado, le decía que no llorara, que algún día sería un hombre y que lo necesitarían. Lo alentaba a estudiar mucho para lograr algo en la vida. Pero como la situación no cambiaba, ella lo animaba a salir a jugar en la calle.
Un día, el joven tuvo un altercado con un chico mayor y, con el palo con el que jugaba, hirió gravemente al mayor. La justicia intervino y la madre llevó al joven ante Orunmila, quien le vio este Ifá y le dijo: «No te preocupes, no pasará nada». Luego le pidió una cadena y con ella realizó un trabajo, advirtiéndole que nunca se la quitara, ya que su sangre correría y, con el tiempo, el joven haría lo mismo que él estaba haciendo, es decir, consultar a Ifá.
Un día, cuando el joven ya era mayor, decidió quitarse la cadena y, con un objeto que llevaba consigo, se cayó y se hirió. A partir de ese momento, la justicia lo persiguió incansablemente. Oggun lo perseguía sin darle descanso.
El joven tuvo que abandonar su hogar y pasó por muchas dificultades hasta llegar a casa de Orunmila. Él le aconsejó recibir a los orishas y hacer Ifá. El joven siguió los consejos de Orunmila y, de esa manera, se cumplió la profecía del awo que hizo Ifá para salvarse a sí mismo y a los demás.
NOTA: No se debe levantar la mano contra nadie, ya que hay peligro de causar la muerte.
14.- CUIDADO CON LOS CHISMES.
PATAKIN:
Oggún estaba pasando por muchas dificultades. Su ropa estaba desgastada y se le caía del cuerpo. Yemayá, al ver la situación por la que Oggún atravesaba, sentía pena por él. Como tenía un próspero negocio de hierbas, decidió ayudarlo.
Un día, Yemayá llamó a Oggún y le dijo: «Mira, mi negocio no es muy grande, pero puedo darte una mano con lo que tengo». Así fue. Oggún aceptó agradecido lo que Yemayá le ofrecía para comer y subsistir. Sin embargo, los enemigos de Yemayá, llenos de envidia por su éxito en los negocios de hierbas, se acercaron a Shangó, quien era el proveedor de hierbas para Yemayá, y le hicieron tratos.
Cuando Shangó fue a cobrarles, ellos no pudieron pagarle porque eran muchos y no podían repartir las ganancias de manera justa. Decían que Yemayá acaparaba todo el negocio al vender las hierbas a precios más bajos. Entonces, Shangó pensó en quitarle el negocio a Yemayá y dárselo a ellos, creyendo que así obtendrían mayores ganancias por ser más numerosos.
Aquellas personas que tenían a Oggún como mensajero, empezaron a contarle chismes, diciéndole que Yemayá lo tenía trabajando todo el día para ella y le habían dicho a Shangó que no hiciera negocios con él porque no le pagaría y después lo denunciaría ante Obatalá por los desmanes que Shangó cometía en aquel pueblo.
Oggún, con su inteligencia limitada y afectado por los chismes, fue donde estaba Shangó y le dijo: «No puedo darte más porque Yemayá me dijo que tú podrías denunciarme ante Obatalá». Oggún, furioso y sin preguntarle a Yemayá, intentó atacarla con un machete, pero Ochosi intervino y así Yemayá pudo salvar su vida.
NOTA: aquí hay que tener cuidado con los chismes que nacen producto de la envidia.
15.- LAS OBINI NO PUEDEN VER A OLOFIN, SOLO LOS AWOSES.
REZO: Ojuani Alakentu Ojuani Moni Shakiti Nibo Oluwo Ara Tinshawo Ile Olofin Adifafun Orunmila Tinshero Oke, Adifafun Oggún Ati Oshosi.
EBBO: akuko, osiadie, ishu meyi, tawowo de las que tienen filo, akofa, inle, ewe añati kekere, oñí, epo, demás ingredientes, opolopo owo.
PATAKIN:
Olofin vivía en Leri Oke, en medio de un monte, y Orunmila iba todos los días a visitarlo y rendirle cuentas. Orunmila se arrodillaba, le rogaba y Olofin lo bendecía, concediéndole ashe y todo lo que Orunmila le pedía, y por eso todo lo que él hacía era exitoso.
Debido a su éxito, sus enemigos le tenían envidia y decían: «¿Qué tiene este hombre que todo lo que hace le sale bien?» Tanto los hombres como las mujeres le tenían envidia y esperaban el momento oportuno para actuar. Los enemigos de Orunmila observaron el lugar donde él se arrodillaba en el monte y dijeron: «Vamos a arreglar ese lugar mañana».
Al día siguiente, temprano en la mañana, prepararon dos trampas con piedrecitas afiladas y las colocaron dentro, cubriéndolas con hierbas para que Orunmila no se diera cuenta y se cortara. Su objetivo era que se desangrara mientras regresaba a su casa y se autodestruyera.
Ese día, antes de salir de su casa, Orunmila se hizo una adivinación y vio este Ifá que le marcaba Intori Araye, pero como se le hizo tarde y debía ir al ile de Olofin, pensó: «Cuando regrese, haré el ebo». Así que salió para cumplir con su visita al ile de Olofin, que era el lugar indicado.
Al llegar, se arrodilló y puso las palmas de sus manos en la tierra. Para su sorpresa, al levantarse, notó que todas sus articulaciones estaban sangrando. Olofin, al verlo en ese estado, le dijo: «No te asustes, eso no es nada. Frota tus manos con hierbas, era (pata de gallina) y oñí. Lleva eso que está debajo de la hierba a tu casa y haz un ebo con ello».
Orunmila repetía que no había nada allí, pero Olofin insistía: «Coge eso que está ahí y llévalo para que hagas el ebo». Orunmila buscó nuevamente y lo encontró, lo recogió y se lo llevó a su casa. Cuando llegó, sus manos estaban cicatrizadas (las cicatrices que todos tenemos en las articulaciones de los dedos).
Orunmila realizó el ebo con lo indicado y lo mandó a colocar en el monte por donde solía pasar todos los días. Al día siguiente, Oggún y Oshosi aparecieron y al encontrar las trampas y el ebo, se alegraron mucho. Decidieron tomar el ebo para consumirlo y al ver lo que contenía, miraron a su alrededor y encontraron a los arayes de Orunmila, quienes estaban esperando para ver qué le sucedería a él. Oggún y Oshosi dijeron: «Estas personas nos han hecho daño y ahora verán». Oshosi tomó su acofa y Oggún su machete, y acabaron con los arayes de Orunmila.
NOTA: este patakin habla del reconocimiento por las manos y las huellas digitales, también de persona enferma de granos en las piernas y de problemas en la piel principalmente.
16.- OSI Y OTOLO.
REZO: Ojuani Alakentu Yere Yere Sokun Yere Yere Awo Osi Berelu Lokun Obini Toyelere Ashe Baba Olofin Oluwo Bayare Wawa Nile Baba Osi Baba Iyatolo Baba Yokun Lodo Leri Aniere Bayere Oun Loni.
NOTA: los omo Ojuani Alakentu para tener seguridad, tienen que recibir a Olokun para que sean respetuosos y considerados por los demás.
PATAKIN:
En este camino, Olokun gobernaba la tierra Yere Yere y la vida de quienes vivían allí era imposible, llena de trastornos y dificultades. El único animal que habitaba en esa tierra era el Otolo (el guanajo), pero no prosperaba y solo maldecía. Un día, Olokun llamó a Otolo al mediodía porque estaba maldiciendo y lo reprendió. Otolo se avergonzó y le pidió que lo matara. Olokun encendió dos itanas y llamó a Olorun con este suyere: «olorun Yere Awo Baba Loreo».
Olorun lo escuchó y le preguntó qué le sucedía. Olokun le contó todo lo que estaba ocurriendo en la tierra Yere Yere. Olorun respondió: «Voy a enviar a mi hombre de confianza y protector». Y Olorun envió a Osi (el ganso). Olokun lo consagró y le dijo: «Júrame que cumplirás conmigo como lo haces con Olorun. Te haré rey sin corona, si sabes cumplir y guardar mis secretos, entonces te daré mi corona».
Osi se puso muy contento y siempre estaba con Olokun. Este le fue revelando sus secretos y cuando lo llamaba, decía: «Olokun ferele lele, Olokun Osi mayaku olona leri ofo, Olokun ferele lele». Pero Osi no comprendía, se alegraba mucho y comenzó a enamorarse de Otolo, formando una gran familia alrededor del secreto de la tierra Yere Yere. Detrás de esa tierra vivía un hombre de plena confianza de Olokun, que era Ozain. Él habitaba en una tinaja y escuchaba cómo Osi le revelaba todos los secretos a Otolo.
Un día, Ozain salió cantando: «Olokun Ferele Lele, Olokun Ferele Lele, Osi Inu Ferele Yere Olorun».
Olokun, al escucharlo, pensó: «¿Qué estará haciendo Osi?» Cuando Ozain llegó donde estaba Olokun, lo primero que hizo fue presentarle 16 inkines Ifa que llevaba en sus manos, en cada uno de ellos estaba escrito Okana Yeku. Olokun, al ver eso, le preguntó a Ozain: «¡Dios mío, Ozain, ¿cómo es que tú tienes esto?» Ozain respondió: «Esto no es nada, ya que Osi, tu hombre de confianza, se los cuenta a su esposa Otolo». Olokun le dijo: «¡Júramelo!». Ozain le dijo: «Por ahí viene Osi, pregúntale a él».
Cuando Osi llegó, Olokun pasó su mano por su cabeza y cuerpo, y Osi no podía pronunciar ni una palabra. Lo único que pudo hacer fue gritar, salir corriendo y llegar donde estaba Otolo, donde se enfermó. Ninguno de los hijos de Osi y Otolo se parecía a Osi, y así la familia de Osi comenzó a degenerar. Osi fue a pedirle perdón a Olokun, y cuando llegó, este le dijo a Ozain: «Opa» (mátalo) y ponlo dentro de tu secreto para que viva junto a ti y yo escuche su Eyerbale.
Ozain colocó la cabeza de Osi dentro de su secreto. Cuando Ozain mató a Osi, lo que tenía en su mano era un trozo de cristal, que también puso en su secreto. Olokun dijo: «Vamos a dejar a los hijos de este en esta tierra, porque debido a la conducta de estas personas, todos se irán de aquí debido a sus escándalos».
17.- EL HIJO PROSCRIPTO.
PATAKIN:
Sucedió que había un padre que estaba muy orgulloso de su hijo debido a su inteligencia e interés por los estudios. Con el tiempo, el hijo decidió experimentar la vida por sí mismo y cuando el padre se enteró de que planeaba vestirse y calzarse por cuenta propia, se disgustó mucho. A partir de ese momento, le negó su apoyo económico, moral y espiritual. Incluso les decía a sus conocidos, sin que le preguntaran, que ya no quería tener nada que ver con él. El padre reunió a sus otros hijos y les anunció que a partir de ese día, el muchacho ya no era su hijo y que nada le pertenecería de su patrimonio cuando él muriera.
La esposa y los hijos del muchacho le preguntaron al padre por qué había tomado esa decisión. El padre respondía furiosamente que el comportamiento del muchacho menoscababa la moral de la familia. El maltrato hacia el muchacho se intensificó hasta el punto en que decidió abandonar la casa y seguir su camino como hombre sin el apoyo de su padre.
Con el paso del tiempo, el padre enfermó. Todos iban a visitarlo y sin importar el estado de su salud, continuaban contándole chismes sobre el hijo proscrito. Sin embargo, el padre había comprendido su error y les pedía a todos que avisaran a su hijo para que fuera a verlo. Finalmente, el muchacho decidió visitar a su padre enfermo.
Cuando el padre vio a su hijo, no pudo contenerse y le pidió perdón, diciendo: «Hijo mío, perdóname, yo estaba ciego». El hijo respondió: «Usted es quien debe perdonarme, porque si yo hubiera estado a su lado, usted no habría sido víctima de tantas traiciones».
El hijo acudió a Orunmila para consultar sobre la situación, pero Orunmila le dijo: «Ya no hay nada que hacer, pero no te entristezcas, porque si tu padre no hubiera actuado así contigo, no te habrías convertido en un hombre. Has sufrido y te has sacrificado, y solo aquellos que se sacrifican alcanzan el éxito».