Oyekun Ogunda (Oyekun Tekunda): Patakíes, Significado, Consejos Obras O Ebboses Y Secretos.
Rezo Inicial
Oyekun Tekunda Lobina Nasa Oyo Opa Ota Kuku Wora Adifafun Aberegue Luba Omo Orunmila Koba Oggún Titiwo Bebere Olotura Agogó Labiniku Teniye Ewe Oguma Ifá Ni Ota Ojojo Ebbo Adie, Eku, Eya, Owo Teteboru.
Qué Nos Habla Este Signo: Oyekun Ogunda
- Tenga cuidado con la policía, no vaya a tener que huir o esconderse.
- No sea avaricioso con lo que tiene, porque por la ambición puede perder la vida, e incluso cuando las cosas van bien, puede perderlo todo.
- No deje lo cierto por lo dudoso.
- A usted lo van a enviar a un lugar para buscar lo que le conviene, pero tres personas le van a decir que no vaya, diciendo que es para su mal, para evitar que usted vaya.
- No les haga caso, porque allí es donde está su suerte; esas tres personas son enemigos suyos y no desean que usted esté bien.
- Usted se encontrará con una mujer que será su felicidad, pero tenga cuidado con una calumnia.
¿Qué nace de este Oddun?
1.- la espiritualidad de ifá.
2.- el mensú (tarro cargado en la prensa).
3.- soplar el obi mascado con atare meta a los cuatro vientos.
Prohibiciones y Precauciones en Oyekun Tekunda
- No se debe comer en mesa.
- Cuidado con problemas de justicia y calumnias.
- Evitar acostarse con la ropa puesta y dormir en camas ajenas.
- No aceptar invitaciones a comer.
- Conciencia de que el enemigo puede estar dentro de su propia casa.
Alimentación y Salud
- Prohibición de comer gallina.
- Riesgo de pérdida de memoria temporal.
- Evitar el consumo de sal.
- Advertencia contra la avaricia.
Aspectos Espirituales y de Ifá
- Orunmila delega a Oshún el poder de tirar el dilogun.
- Oyekun Tekunda representa la espiritualidad de Ifá y es el espíritu de Orunmila personificado.
- En contraposición a Ogunda Yeku, que es la personificación material de Orunmila, Oyekun Tekunda es su representación espiritual.
Estrategias para Superar Obstáculos
- Advertencia sobre los peligros de la avaricia y cómo puede llevar a la pérdida.
- Uso de la misma brujería del enemigo para vencer, con la ofrenda a Oshún de un hacha de oro.
- Marca en Ifá la llegada del río.
Ofrendas al Eggun Protector
- Se recomienda ofrecer al Eggun protector natilla, otí (aguardiente), café, omi (agua), flores, tabaco, cigarro y una itana (vela) en un árbol hueco en el monte.
Precauciones y Consejos para el Awo
- No abandonar lo seguro por lo dudoso.
- Evitar ir a lugares dejando asuntos pendientes, ya que podría llevar a pérdidas.
- Si Orunmila se ha ido de su casa, realizar ebbo con adie meyi dun dun, eku (ratón seco), eya (pescado seco) para que regrese.
- En el ebbo de este signo, incluir una gandinga (hígado).
Prácticas y Ofrendas Específicas
- Nacimiento del mensú (tarro cargado en la prensa).
- Ofrecer dos adie (gallinas) a Osun y llevarlas al río.
- Uso de una hachita de oro en la cadena del cuello para el desenvolvimiento.
- Para Elegbara, colocar un espejo lavado con omiero y ofrecer un jío jío (pollito) por la parte trasera junto con Elegba.
Preparación de Inshe Ozain y Otros Rituales
- Preparar un inshe ozain con un espejito.
- Colocar un espejo y un pedazo de caña brava delante de Orunmila.
- Tomar caldo de tuétano de hueso con una iwereyeye, evitar comidas picantes y vino seco.
- Tomar una copa de otí (aguardiente) en ayunas para estimular.
Prácticas de Limpieza y Protección
- Ir al pie de una mata de caña brava, usar una rama para limpiar el estómago y pedir la eliminación de lo malo.
- Poner un canuto de caña brava delante del ikofa.
- Colocar una mano de dilogun lavada en una sopera frente al ifá del awo.
- Considerar viajar al campo como fuente de suerte y encontrar una obini (mujer) que traerá felicidad, pero tener cuidado con comidas y bebidas.
- Mantener la conformidad para no perderlo todo.
- Historia de Orunmila evitando una trampa de sus enemigos al haber hecho ebbo con adie meyi dun dun.
Notas
- Antes de comenzar el ebbo, el awo mastica un pedazo de obi con atare meta y lo sopla en el ebbo.
- Aquí nació el soplar el obi mascado con atare meta a los cuatro vientos, cuando se le da obi tutu a la ikoko ozain.
- Secreto: poner natilla y comida en el hueco de un árbol seco.
Ewe (Hierbas) del signo:
Hierba de la niña, bejuco verraco y ewe oguma (maravilla).
Obras de Oyekun Ogunda.
Rituales Importantes
- Primer Ebbo: un gallo, gandinga y perro.
- Segundo Ebbo: owunko, akuko, osiadie, adie meyi, eyele meyi, malaguidi meta, abiti meta, gbogbo leniya, ashe, igui, inle onika, opolopo owo.
- Tercer Ebbo: un gallo, atitan ilé loya, eku, eya, epo, opolopo owo.
- En el oddun oyekun funda: hueco en el monte: aguardiente, café, agua, flores y un tabaco con una vela. Se le pone dedicado al eggun protector, en un árbol.
Nota: owunko para oshún, akuko para eshu, osiadie opa guodo,eyele meyi para obatalá.
Rezos Y Suyeres
- Oyekun Ogunda Intori Araye Kaferefun Oshún Olofin Eshu Akata Bomi Omi Amuokote Mosu Soyo Oshe Loti Lose Aun Ota Orunmila Olofin Dire Lofa Orunmila.
- Intori Eyele Ni Lete Awo Ibasen Bono No Lolo Ero Lomba Tumba Awo Rere Ni Adifafun Tobo Shiwi Ifá Owunko Oddunde Asho Teledi Intori Okuni Ilé Lona, Lodafun Obatalá.
- Intori Araye Eyele Lebo Intori Iguabobo Agutan Lebo Orunmila Ifayoko Lodafun Eggun Ayaka.
Refranes:
1.- El que dice calumnias de otros rebaja su propio prestigio
2.- Un hombre puede arrepentirse de sus actos anteriores, pero tiene que soportar sus consecuencias.
3.- El atormentador hace que sus victimas sean inflexibles.
4.- El incendio en los campos no aflige a la paloma porque tan pronto ve extenderse las llamas se va para un refugio.
5.- Quien queda de cabeza donde fue cola no quieren respetarlo.
6.- Oído que oye todas las lenguas trastorna su cabeza.
7.- No deje lo seguro por lo dudoso.
Relación De Historias O Patakíes De Oyekun Ogunda: Conozca Todas las Historias
1.- El Avaricioso.
Ebbo: Un Gallo, Gandinga Y Perro.
Patakin:
En este camino, cierto perro fue una vez al matadero y robó una gandinga; al llevarla, al cruzar el río, como es natural, la gandinga se reflejó en el agua, viéndola mucho más grande de lo que él llevaba en la boca.
El perro, al ver la gandinga tan grande, soltó la presa de su boca para coger la que veía mucho más voluminosa, y se le cayó dentro del agua. Por avaricioso, se quedó sin una ni otra.
2.- Los tres arayes de Orunmila.
- Rezo: oyekun ogunda intori araye kaferefun oshún olofin eshu akata bomi omi amuokote mosu soyo oshe loti lose aun ota orunmila olofin dire lofa orunmila.
- Ebbo: owunko, akuko, osiadie, adie meyi, eyele meyi, malaguidi meta, abiti meta, gbogbo leniya, ashe, igui, inle onika, opolopo owo.
Nota: owunko para oshún, akuko para eshu, osiadie opa guodo, eyele meyi para obatalá.
Patakin:
Olofin salió a buscar a Orunmila porque había muchos muertos y quería saber qué debía hacer para evitar eso. Cuando Orunmila llegó a casa de Olofin, tocó la puerta y salió el carnero, el chivo y la gallina, y le dijeron a Orunmila que no entrara y que se fuera corriendo, ya que Olofin estaba esperándolo para matarlo.
Orunmila, al oír esto, se fue precipitadamente hacia el monte y se metió en un árbol hueco que había. A los pocos días, pasó una mujer embarazada, que era cortadora de leña. Cuando fue a cortar el mismo palo donde estaba escondido Orunmila, este lo vio y comenzó a adivinarle, diciéndole que iba a ganar mucho dinero.
La mujer salió y se lo contó a Olofin. Este localizó nuevamente a Orunmila, lo mandó a buscar, pero Orunmila, temeroso, le mandó a decir que sabía para qué lo quería, que era para matarlo, y que tampoco debía ir a pie.
Entonces Olofin le mandó un caballo y cuando Orunmila le dijo a Olofin que los muertos que él había visto eran por causa de los chismosos que estaban dentro de su casa, que eran el carnero, el chivo y la gallina, Olofin los mandó a matar a todos y los utilizó para el ebbo.
La mujer que vendía leña se hizo rica y encontró un hacha de oro.
3.- Cuando Obatalá Comía Sin Sal.
Patakin:
Obatalá nunca salía a la calle y todo lo que se cocinaba en su casa era sin sal. Pero un día, Obatalá preparó un viaje y por tal motivo le encomendó a su criado de confianza que podía darle con sal a la comida de todos los demás criados de la casa.
Como ya era costumbre cocinar sin sal, al criado se le olvidó echarle sal a la comida tal como se lo había ordenado Obatalá. Esto fue suficiente como para que los demás criados se enfurecieran y le prepararan muchos chismes sobre el criado a Obatalá para cuando este regresara.
El criado, sabiendo lo que le esperaba, fue a casa de Orunmila para que lo sacara de esa dificultad; y Eshu se encargó de agregarle lo que le faltaba.
Cuando regresó Obatalá, probó la comida y no creyó nada de lo que le contaron sus criados.
4.- Cuando Obatalá No Quiso Hacer Ebbo.
Patakin:
Dice Ifá que Obatalá iba a hacer un viaje al campo y, antes de partir, quiso saber lo que decía Orunmila. Este le dijo que hiciera ebbo antes de emprender el viaje porque iba a tener problemas con la justicia.
Obatalá le respondió que él era muy grande, muy grande, y que no iba a hacerlo. Cogió un saco, una soga, dos cocos y partió. En un determinado lugar donde tenía que dar un salto, un enemigo que lo acechaba abrió el saco y le echó una serpiente, abandonando el saco en un extremo y saltando al otro, con la serpiente dentro.
Obatalá no la vio y volvió a cargar con su saco, pero el hijo de su enemigo, que no sabía que la serpiente estaba dentro del saco, vio el saco, metió la mano y la serpiente lo mordió.
La policía prendió a Obatalá, y por el camino comenzaron a investigar quién había echado la serpiente en el saco, cosa que no pudieron averiguar. Pero Obatalá fue donde Orunmila y este le dijo: «El padre tiene la culpa de lo que le sucedió al muchacho». Obatalá fue absuelto por inocente y tuvo que hacer ebbo con un saco, una soga y dos cocos.
5.- No Se Dejan Los Hijos Al Cuidado Ajeno.
Patakin:
Había una vez una mujer muy pobre que tenía un hijo pequeño. La misma era tan pobre que no tenía dinero ni para comprarse una muda de ropa. Ella amarraba al hijo a sus espaldas con bejucos. Esta mujer, para poder mantenerse, iba al monte a cortar leña y después la vendía entre los habitantes del pueblo.
Un día ella se fue al monte, como de costumbre, y puso a su hijo recostado al tronco de un árbol para que le diera sombra. En ese árbol había un araguaney (pájaro grande), este cogió al muchacho entre sus patas y lo llevó al alto del árbol.
Cuando la pobre mujer acabó de cortar la leña, la amarró de manera que pudiera cargarla y fue a recoger a su hijo, pero no lo pudo encontrar. Ya desconsolada, echó a correr hacia las afueras del monte, llorando y gritando por su hijo.
La Súplica Desesperada
Miró hacia arriba, implorando a Olofin, cuando vio al pájaro que tenía a su hijo entre las garras y ella comenzó a cantarle así: «Araguaney eiye igbo igbo», que quiere decir: «Pájaro del monte y de la maleza, devuélveme a mi hijo, aquí te doy mi soga de bejuco, rápido, devuélveme a mi hijo».
Cuando la mujer terminó de cantarle al pájaro, el araguaney le tiró una jaba de cuentas de corales. Ella abrió la jaba y vio que allí no estaba su hijo; entonces lanzó la jaba y volvió a cantarle lo mismo al pájaro. Este le tiró esta vez distintas jabas con distintos colores. Ella miró todos estos tesoros y no vio a su hijo y volvió a cantarle por tercera vez.
La Transformación de la Vida
Cuando terminó de cantar, el pájaro bajó despacio con el muchacho y lo depositó suavemente a sus pies. Ella cogió a su hijo y lo colocó en su espalda. Después de hacer esto, recogió todas las riquezas que le había tirado el pájaro y de pobre pasó a rica.
Cuando llegó a su casa, puso a su hijo en un lugar seguro y cogió un puñado de corales y salió a ofrecérselos a las iyalores del pueblo. Cuando las iyalores supieron por ella misma cómo había conseguido esos corales, no quisieron cogerlos y ella se marchó a su casa.
Entonces una de las iyalores cogió al muchachito de otra madre y se lo llevó al monte con ella. Cuando llegó al monte, hizo lo mismo que la otra había contado: puso al niño en el mismo árbol donde ella lo había puesto y se fue a cortar leña. Cuando terminó, recogió la leña y se puso a amarrarla. Mientras tanto, el araguaney bajo, agarró al niño entre sus garras y con el pico lo mató y empezó a comérselo.
Cuando la mujer terminó, comenzó a buscar al niño, pero no lo encontró. Miró hacia el árbol y al ver al pájaro, le cantó la misma canción que la primera mujer había cantado. Mientras ella cantaba, el pájaro ensució dentro de una jaba, la cerró bien y la lanzó hacia ella. Cuando cogió la jaba, encontró la suciedad y la tiró, luego volvió a cantarle al pájaro.
Esta vez, el pájaro tomó agua y la vertió dentro de la jaba, cayendo en su cabeza. A pesar de esto, ella volvió a cantarle por tercera vez. En esta ocasión, el pájaro vomitó los huesos del niño y se los lanzó a la iyare. Al ver caer los huesos, ella creyó que eran tesoros y corrió a verlos. Sin embargo, cuando se dio cuenta de que eran los huesos de su hijo, comenzó a gritar y llorar, diciendo: «Este no es mi hijo, es el hijo de otra mujer que este pájaro ha matado». Acto seguido, salió corriendo. Al llegar a su casa, la madre del niño vino en busca de su hijo. La iyare le dijo que el niño estaba bien, pero no estaba con ella.
La Venganza y el Castigo
La madre vino muchas veces preguntando por su hijo, hasta que pasaron tres meses y ella no pudo devolverle al niño. Entonces, la madre llevó el caso ante el rey y le dijo que la iyare había ido a su casa y le había quitado al niño de las manos, y que habían pasado tres meses y aún no se lo había devuelto.
El rey mandó a buscar a la iyare y le preguntó qué había hecho con el niño y dónde estaba. La iyare respondió: «¿Qué crees que he hecho con él?». Al oír esto, el rey se dirigió a los ancianos y les preguntó: «Si esta mujer perteneciera a ustedes, ¿qué harían con ella?». Los ancianos contestaron: «Si ella fuera nuestra, la condenaríamos a muerte». Entonces, el rey dijo: «Puesto que el pueblo ha hablado, que se cumpla su mandato, pónganla a muerte».
6.- Con Orunmila no se puede.
Maferefun obatalá, oggún, oshún, orunmila.
Nota: el oshún de este signo se llama Shalda. Adifafun Oshanlá.
PATAKIN:
Orunmila tenía arayes que también eran awoses; estos le lanzaban todo lo que sabían, trabajos, muertos oscuros, etc., pero no le hacían nada. Entonces decidieron invitarlo a un atefa donde le prepararon un veneno en el obi de Ozain.
Tan pronto como Orunmila llegó, le pidieron que le diera obi a Ozain, pero Orunmila había realizado una consulta de Ifá y había visto este Ifá: Oyekun Mambula. Orunmila colocó tres atares a cada obi, porque Olofin le había dicho que con atare se vencía cualquier veneno. Entonces los arayes se dieron cuenta de que no podían hacerle daño a Orunmila y lo dejaron en paz.
7.- El Estibador Y Obatalá.
Rezo: Intori Eyele Ni Lete Awo Ibasen Bono No Lolo Ero Lomba Tumba Awo Rere Ni Adifafun Tobo Shiwi Ifá Owunko Oddunde Asho Teledi Intori Okuni Ilé Lona, Lodafun Obatalá.
Patakin:
Había una vez un hombre que trabajaba en la plaza como estibador y hacía mandados para Orunmila. Un día, después de haber recibido Ifá, Obatalá lo vio trabajando y le llamó la atención que estuviera cargando cosas en la plaza después de haber recibido la iniciación. Obatalá le dijo que dijera a Orunmila que no lo utilizara más como cargador ni como mandadero en la plaza.
El hombre, después de haber escuchado a Obatalá, fue donde Orunmila y le explicó lo que había pasado. Orunmila le respondió que él nunca le había ordenado hacer ese trabajo ni lo obligaba a hacerlo, y le sugirió que le explicara eso a Obatalá. El hombre le dijo a Obatalá lo que había pasado, porque creía que de esa manera sería más útil. Obatalá le dijo entonces: «Bueno, si ese es el caso, seguirás siendo cargador».
8.- Donde Orunmila Regreso Gracias A Los Muchachos.
Patakin:
En este camino, Orunmila gobernaba un pueblo, pero tuvo que salir huyendo al monte porque lo iban a matar. Orunmila empezó a pasar por serios contratiempos, ya que por ellos también pasaba su pueblo.
La Valiente Decisión de Oshún
En este estado de cosas, el pueblo no tenía quien lo gobernara y decidieron ir a buscar a Orunmila, pero nadie se atrevía a salir en su búsqueda hasta que Oshún decidió ir a buscarlo. «Te vengo a buscar para que vuelvas a gobernar tu pueblo», le dijo Oshún. Orunmila le contestó: «Yo no voy porque ellos me quieren matar».
Oshún llevaba consigo cuatro caracoles y se los entregó a Orunmila y le dijo: «Mira con ellos». Orunmila, quien se iba internando más en el bosque, le dijo a Oshún: «Tú sabes el camino y si no lo encuentras, consulta con los caracoles».
Rendiendo Homenaje
Oshún regresó al pueblo y expuso lo que Orunmila le había dicho, pero lo convencieron y ella volvió donde estaba Orunmila, pero no se dio cuenta de que los muchachos la habían seguido. Cuando Oshún llegó donde Orunmila, él no salió, pero al ver a los muchachos, salió y les dijo: «Ahora sí puedo ir, ya no hay peligro».
Maferefun los Ibejis. Hay que hacerle una fiesta. Maferefun Oshún y Orunmila.
En un árbol hueco: natilla, comida y bebidas a los muertos.
9.- Los Cuatro Vientos.
- Ebbo: osiadie meyi, obi, atare merin, abiti, malaguidi, atitan ilé, ewefa, bogbo igui, eku, eya, epo, awado, opolopo owo.
- Distribución: osiadie para oparaldo, osiadie para ese lese ozain con bogbo igui para vencer al enemigo.
Notas
- Antes de comenzar el ebbo la persona masticara el pedacito de obi con atare meta o merin donde echara todo en el ebbo.
- Aquí nace el soplar el obi a los cuatro vientos cuando se hace ozain. El awo de este signo siempre tendrá que estar con atare en sus bolsillos para echarle a todo lo que coma cuando el lugar no es de confianza porque lo quieren envenenar. Él atare desbarata cualquier brujería que le den al awo.
Patakin:
En este camino había un pueblo donde vivía un awo que tenía muchos enemigos. Sin embargo, estos arayes no sabían cómo liquidarlo, ya que le habían hecho de todo y no podían con él, ni con trabajos materiales ni espirituales.
Un día, lo invitaron a un plante para envenenarlo, pero el awo se había hecho osode y le salió este ifá que le decía que él atare desbarataba cualquier brujería que le dieran. El awo llevó atare en sus bolsillos y cuando llegó al plante, los otros awoses que le habían preparado la trampa enseguida lo mandaron a dar coco a Ozain, porque en los cocos estaba el veneno.
Pero cuál no sería el asombro de los enemigos al ver que el awo puso en el pedacito de coco que cogió para masticar, atare meta. Entonces dijeron: «La verdad es que con él no podemos».