¿QUIÉN ES OBATALÁ?: CONOCE SU HISTORIA, CARACTERÍSTICAS, ATRIBUTOS, OFRENDAS, ATENCIÓN, REZOS, SINCRETISMO Y PATAKÍ.
¿QUIÉN ES OBATALÁ?
Obatalá es el Orisha de la creación y el dueño de todas las cabezas. Su nombre se compone de los vocablos Obbá-Rey, Ta-Brillar sobre, Nla-Grande, lo que significa «Rey que brilla sobre todo«. Se dice que fue él quien esculpió la forma del hombre en la vagina de las mujeres. Es uno de los Orishas más antiguos y se dice que tiene igual cantidad de avatares que Oduduwa, divididos en aspectos femeninos y masculinos. Los más antiguos de todos los Obatalá son el primer matrimonio compuesto por Oshalufon y Orisha Aye.
Es misericordioso y amante de la armonía y la paz. Ordena la buena conducta y es el único capaz de tranquilizar a sus hijos sirviendo de intermediario e imponiendo mesura cuando hay guerra de santo. Tiene autoridad sobre todos los Orishas, quienes lo acatan y respetan. Es el único Orisha que habla en todos los signos del diloggun, en todos los oddún, desde el 1 hasta el 16, sin importar el santo que tenga hecho el iguaro. Este Orisha siempre tiene que estar recostado para que la paz reine en su vida y en su casa.
Es también el dios del hogar y a él se le pide cuando se quiere conseguir vivienda propia. No admite que nadie se desnude en su presencia ni se profieran palabras duras, obscenas o injuriosas. Exige respeto de todos. El castillo que le pertenece tiene 16 ventanas. Dueño de la plata y de todos los metales blancos, sus atributos deben ser confeccionados en esos metales. Es el Orisha creador de la tierra y escultor del ser humano. Es la deidad pura por excelencia, dueño de todo lo blanco, de la cabeza, de los pensamientos y de los sueños. Amante de la paz y la armonía, rige la buena conducta y es capaz de aplacar a sus hijos Shangó y Oggún Areré. Todos los Orishas lo respetan y buscan como abogado. Sus hijos deben ser muy respetuosos.
Tiene 24 caminos. El castillo que le pertenece tiene 16 ventanas y sus sacerdotes se llaman Oshabí. Los hijos de Obatalá no pueden comer cangrejo, judías ni tomar bebidas alcohólicas.
Obatalá habla en muchos Odunes de IFÁ, pero su descenso a la tierra fue en el Oddun Baba Eyiogbe, aunque la construcción de las cabezas en su formación osea es en el Oddun Ogunda Meyi y Ogbe Yono, que son regidos por Ayala, que es el Obatalá encargado por Olofin para la construcción de las cabezas humanas. Por eso es que cuando hay guerra de santos por la posesión de una cabeza, se corona a Obatalá para que así aplaque todas las guerras que haya sobre esa Leri, pues todos deben obediencia por ser él, el dueño del mundo.
En sus etapas más antiguas, Obatalá Brumú aparece como un ser andrógino, padre-madre, origen de todo lo que habita sobre la tierra, y luego en etapas posteriores como una entidad masculina o femenina. Esta obra creadora se materializa en asociación con Yemayá Olokum, soberana de los océanos. Obatalá es un Dios notable y respetado dentro de la religión Yoruba. En la jerarquía de los Orishas es quien sustenta la mayor autoridad y personifica la creación del hombre ordenada por Oloddumare.
Obatalá es el único que está enterado acerca de cuál es el camino que conduce a la morada de Oloddumare. Es dueño de nuestros sentimientos, sueños y pensamientos. Fue enviado por su padre para hacer el bien y gobernar como rey del planeta. Es un Orisha humilde y sabio. A pesar de ostentar tanto poder, jamás se impone ni trata de destacar. Es muy callado, tranquilo y protector. Su naturaleza encarna la razón y la justicia. La pureza y el esplendor natural de su ser no pueden ser descritos con palabras ni cantos. Al hacerse presente, llena de paz, gozo y de una alegría profunda y serena el corazón del creyente.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE OBATALÁ
- Símbolo: Cetro de mando
- Sincretismo: Virgen de las Mercedes, Jesús crucificado, San José obrero, Sta. Eduvigis, San Alejo, Nazareno, Sta. Lucía.
- Número: 8 y todos sus múltiplos
- Color: Blanco
- Día: Jueves, Domingo y los días 8, 16 y 24 de cada mes.
- Fecha: 24 de septiembre
- Padres: Olofi y Oloddumare
ANIMALES QUE COME
- Palomas
- chiva
- gallina guinea y gallina blanca.
HIERBAS
Lirio blanco, Bledo blanco, Peregún, Egüé Teté, Algodón, Flor de agua, Bledo rizado, Verdolaga, Almendra, canutillo blanco, Campana, Egüere Egún, Mata de pincho, prodigiosa, Saúco blanco, Peonía, Albahaca, corazón de paloma, Anón, Guanábana, hierba buena, toronjil, mejorana.
SOPERA
Sopera blanca con 4 piedras, herramientas y algunos de los atributos. Sus piedras no admiten sol, aire o sereno.
ATRIBUTOS
Dueño de la plata y los metales blancos. Tiene una corona con 16 plumas de loro (aunque usualmente se emplean 4 u 8). Lleva un sol y una luna, dos pulseras que también pueden ser 4, 8 ó 16, una culebra (todo esto de metal blanco), una mano de plata que empuña un cetro, 2 huevos de marfil, 8 ó 16 okotós, manteca de cacao, cascarilla y algodón. Le pertenece la pandereta. Lleva bandera blanca y es dueño de Iroko. Su vellón es su algodón y su rama deberá estar en su estera para el kari Ocha de su iyawó. Tiene una campana de plata.
HERRAMIENTAS
Bastón de mando, pulsera, sol, luna, culebra, cetro y un iruké de colorblanco.
COLLARES
El collar es blanco y se insertarán cuentas del color típico, de acuerdo a cada camino.
ENFERMEDADES QUE SE LE ASOCIÁN
Ceguera, parálisis, demencia.
OFRENDAS
Arroz blanco, arroz con leche sin canela, torre de merengue adornada con grageas plateadas, natilla blanca de leche, 4 litros de leche en taza sobre platos blancos, manteca de cacao, calabazas blancas champola y 16 anones, frutas granulosas o arenosas al paladar como la guanábana, la granada, el zapote, alpiste y otros granos. Babosas y caracoles, bolas de ñame y otoe, bolas de manteca de cacao y cascarilla y, en general, cualquier comida blanca y sin sal, flor de algodón.
REZOS
OBATALÁ OKERIN ATI ABINRINI LAIYÉ ELEDA NI GBOGBO NA DARADARA ART BURUKI OBA ATI AYABA AFIN OGA NI NA TALA ATI GBOGBO NA CHECHE BABA ALAI YE ALABO MI AT MI GBOGBONA EJUN DARADARA, BABA WA AFIN ALANO KEKUA BADAMI ODUKUE.
Traducción
Gran Orisha, padre-madre, hombre y mujer, creador del mundo de todos, los buenos y malos, Rey y reina, divino dueño de la pureza y todo justiciero. Gran protector del mundo y de todo lo que lo habita. Padre Nuestro, divino y Misericordioso Salve.
CANTOS
BABA ALAYE O BABA ALYE O BABÁ PE WURÓ OBI EYO ARAYE O OKÚ NI BABA BABA WU OLOWO E E E BABA WU OLOWO E E E BABA ALAYE O BABA ALAYE O BABAPE WURO O BI EYO ALAYÉ O OKUNÍ BAMBA BABA ELERÍ FA ODÚ MILA GBOGBO IWORO BABA ELERI IFÁ
Traducción
Padre dueño del mundo, padre dueño del mundo. Padre te llamaron por tu gran generosidad. Él le dio vida a la alegría de las personas en el mundo. Que tengas larga vida con seguridad. Padre que complaces a los hombres venerables. Padre dueño del mundo, padre dueño del mundo. Padre que estás llamado a la gentileza; que das nacimiento a la felicidad de los hombres de la tierra. Que tu vida sea larga. Padre dueño de la cabeza aventajada, lo grande traga a la riqueza para todos los que comen en el sacrificio. Padre que eres dueño de la cabeza aventajada.
CAMINOS DE OBATALÁ
Obatalá Orisha Ayé: Orisha hembra, lleva un caracol alargado llamado okinkonko. Este es el aspecto místico en el que se dice que los Obatalá hembras nacieron en el mar y los machos en la tierra. El primer Obatalá que salió del mar es éste, y descendieron a la tierra en el signo Baba Eyiogbe. Esta Orisha es considerada, por muchos santeros, mensajera de Oshún. Sus herramientas son la corona y cinco puntas, igual que Oshún. Sus collares están hechos con cuentas amarillo huevo, que van ensartadas como sigue: 25 cuentas y en cada gloria un caurí hasta el número de 5. Su comida son las palomas en número de 5.
Obatalá Orishanla u Oshanlá: Es una viejecita friolenta y temblorosa a la que hay que tapar con una sábana blanca. En cuanto baja, pide manteca de cacao para que le hagan una cruz en la palma de la mano y en la cabeza hacia la zona donde se une el occipital con los parietales. También come un poco de esa grasa que se supone aclara la inteligencia. Es originaria de Owó y es muy tranquila. Tiene las manos largas para librar a sus hijos de las trampas. Se sienta en una silla. En la tierra arará recibe el nombre de Orisasá. Al igual que todos los Obatalá femeninos, sus piedras van aparte.
Dentro de su sopera se coloca un círculo de plomo encima de un ayé (caracol de forma alargada). Además, lleva dos moñingas, un narigón, una cimitarra, 16 babosas y, a veces, un cuerno de sordo y un cetro de Obatalá de metal blanco. Su collar lleva huevo y marfil. Debido a sus características, delante de ella no se puede alzar la voz. Su cuarto se pinta de blanco y en él se riega perfume. En la tierra arará recibe el nombre de Lisa. Entre sus componentes se encuentra también una muñeca de biscuit, la cual lleva un rosario blanco y unos impertinentes.
Luego de determinar que se trata de Oshanlá, se coloca algodón y pluma de loro en su sopera. Según algunos santeros, es ciega y enseñó a leer a una niñita; teje y borda y tiene una sillita. También en sus atributos lleva una bola de marfil. Se le saluda abrazándola y luego se cruzan los brazos de espalda a espalda, como abrazándose a sí misma y se cruza la cabeza con la del santo dos veces. Se identifica con la Virgen de las Mercedes y Santa Ana.
Obatalá Igbá Ibo, Ibaíobo, Ibá Ibo Obá Ibo, Obbá Iba, Babá: Es un Obatalá viejo. Es el pensamiento divino y se le representa con el ojo de la divina providencia debido a las referencias bíblicas al ojo de Dios. Es el misterio del güiro que habla. No se deja ver y si alguien lo viera quedaría ciego para siempre. Es el Foddú Daa de los arará. Los eguadó dicen que es de su tierra y que, junto con su esposa Yemú, constituye la pareja de padre y madre de donde nacieron todos los Orishas y se creó el mundo. Es la representación del Dios omnipresente.
Obatalá Obá Lufón: Es un Obatalá macho primitivo, igual al sol y al santísimo. Se sincretiza con Emmanuel o Jesús Nazareno. También se dice que es una viejecita que cuando baja se presenta muy arrugada, pequeña y temblorosa de frío. Se le cubre desde la cabeza hasta los pies con una sábana limpia. Todos los Orishas obedecen de inmediato cualquier orden de esta deidad, pues con solo levantar su mano derecha y ponerla frente a la cara de ellos, se tranquilizarán y prometerán lo que pide Obatalá.
Su baile es muy difícil, se hace muy agachado con las manos casi a ras del suelo, el espinazo totalmente encorvado y con una gracia y cadencia tan subyugante como ardua. Según algunos, es de la tierra Lucumi de Oyó, Yebú y Egwadó. Es el primero que habló y dio a los hombres la palabra y el derecho a ejercitar el sexo. Según otras informaciones, este Obatalá se conoce con el nombre de Alayé Moré.
Aunque es originario de Ifón, se hizo grande en Oshokbo. Cuando se le va a pedir algo, hay que pedírselo al revés. Se le ponen 16 plumas de loro, un muñeco de plata con dos cabezas (una sobre los hombros y otra sobre el lugar de su sexo), una piedra de cuarzo y un barco. Entre los arará se le conoce como Tokuno. Este Obatalá fue el que inventó los tejidos y la costura con agujas, por lo que se le ponen también dos agujas de plata. Inventó la carpintería y se la enseñó a Ocha Griñán. Es el hijo predilecto de Oddúa y el que en la tierra de Ifá tiene un hermano llamado Oloyán Gromuko, quien fue el que le dio los secretos para cargar los cuernos de Shangó. Nació el día primero de septiembre y su Ozaín se carga con una cabeza de bronce, que simboliza la cabeza del Orisha en Ifé. Su collar tiene 24 cuentas blancas y 1 coral entre dos de cristal hasta completar el collar.
Obatalá Ochá Griñán; Ocha Guiña; Osa Griñán; Osa Kriñan; Sagriñá; Agguiriñá: Se trata de un Obbatalá muy viejo, mensajero de Olofi, que subía a las montañas donde habita. Es muy pacífico y tiembla mucho de frío y vejez. Proviene de la tierra de Iyesá.
Le pertenece la Lechuza, que es el símbolo de la inteligencia, la discreción, la sabiduría y la experiencia. También es el que se puede ver cuando nadie puede. Le pertenecen los Ibeyis: Sálako (varón) y Talabí (hembra). Por este camino dicen que es el guía que conduce a la casa que tiene Olofi en la loma. Está sincretizado con Jesús Crucificado, San José de la Montaña y San Sebastián.
Viene escondiéndose del aire y camina con muletas, pero cuando Obatalá se molesta, tira las herramientas y arremete con el machete. Algunos creen que es hijo de Odduá y rey de Ogbomoshe y Egigbo. Su sopera se divide en tres partes: una para su piedra, otra para sus caracoles y la otra para las herramientas. Los arará lo llaman Makenu y lleva consigo tres flechas en un flechero forrado con cuentas de Obatalá, tres plumas de loro dentro y ocho afuera, un bastón forrado con cuentas de Obatalá, un machete, una espada, un Santísimo, una pulsera torcida, un Yoreshoro en un caballo con la pata levantada, un colmillo de jabalí y otro de león, una bola de billar, marfil, nácar y corales.
Él es el marido de Oshanlá y anda con Yewá en Aragún, signo de Ifá. Según la creencia, fue él quien trajo orden al mundo y para ello utilizó a su hijo Ojiniyán. Además, lleva otro juego de herramientas de estaño en el medio de las tres divisiones de su sopera y una bola de adivinar de cristal sobre un tablero de Ifá consagrado y una mano de Orula. Sobre su sopera se coloca un puñal con el mango cargado con el Ozaín de Obatalá. Él fue quien dio a Orula el secreto de cómo pelar el ñame para hacer el ashé o yefá.
Trabaja con los fundidores de plomo, fabricó la lanza y le quitó al buitre las plumas de su cabeza. Por otra parte, para algunos es un guerrero que vive al pie de los árboles, siendo su mata preferida la hiedra. Para ellos, es padre de Shangó, Orula, Agayú y Babashé. Viste de rojo y blanco, su collar lleva nueve cuentas de nácar y un coral. Otra versión de su collar se confecciona con 24 cuentas blancas y una roja, ciclo que se repite hasta terminar el collar, al cerrarlo se le coloca un crucifijo de plata.
Si es el santo de cabecera, lleva una corona metálica blanca, rematado por una mano con un rollo de la ley y se adorna con 16 plumas de loro repartidas en cuatro arcos de la corona y 16 piezas: un sol, una luna, una lanza, un abanico, un hacha, una cara, una pluma, un Addá, una estrella, un Santísimo, un camaleón, una culebra, un espejo, una silla, un muñeco y un caballo. Finalmente, las peticiones a este santo deben hacerse al revés. Por otro lado, Obatalá Achó, Acholó o Babá Achó es un hombre poco mencionado que se sincretiza con San José de la Montaña. Es joven, baila en un pie y fue rey de Ibadán.
Obatalá Obá Moró u Obamoró: es un Obatalá muy viejo y sabio, también conocido como Abipá. Es el rey de Ibao y en Arará lo llaman Jué Até. Su collar es blanco y lleva marfil, corales y glorias. Se confecciona con 16 cuentas blancas, 2 de agua de jabón, 1 gloria morada, 2 de agua de jabón y 16 blancas, y se continúa esta serie hasta completar el collar. Al final se le coloca una cruz de madera. Entre sus atributos figuran los símbolos de la pasión de Jesús, dos machetes, un Santísimo, 2 escaleras, una flecha, 2 lanzas, 2 disciplinas, una corona de espinas y un crucifijo, todo esto en metales blancos. Afuera se le colocan una tinaja, una piedra imán, una moñinga y otra mano de caracoles.
Lleva un Osún pequeño de gallo y como herramientas, 2 palomas y un cáliz colgado de una corona de espinas, la cual se coloca sobre una de sus piedras. Sus mensajeros son 5 y se llaman: Alapíni (albinos), Ashipa (leprosos), Samí (Enanos) y Chinikú (Lisiados). Se le ponen también un Jesús Nazareno, dos muñecos de losa, una horqueta de metal y un bastón. Sus hijos no se ruegan la cabeza con frutas de agua, sino secas. La carga de su Ozaín va dentro de una cruz de cedro o de Jócuma, la cual se coloca sobre un cáliz o copón sagrado, con pedazos de huesos humanos.
Cuando el que lo tenga asentado cumpla un año de iniciado, no antes, deberá consagrar la corona de espinas lavándola en una jícara con hierbas de Obatalá, erún (secreto que se pone en la cabeza del iniciado), coco, kola y aira obi motiwao. Se lleva a una cueva y se le llevan a Obbá Moró dos gallos blancos y dos palomas del mismo color, se le da coco al santo y se le sacrifican los gallos a la cabeza del iniciado y a la corona. Con el aché de la jícara, las cabezas y el corazón de los gallos se monta un Ozaín forrado en el cuero de la chiva sacrificada en la consagración de Obatalá, al cual se le da forma de corazón y se forra con cuentas del Orisha. Cuando baja camina como si cargara un peso muy grande semejante al de la cruz a cuestas. No baila, solamente camina y está vestido de morado. También se entrega un Osun pequeño que va dentro de la sopera. Representa al espíritu protector de la tierra. Viste de morado. Se sincretiza con Jesús de Nazareth. Su collar se confecciona con 16 cuentas blancas, dos agua de jabón, una gloria morada, dos agua de jabón 16 blancas y se continúa esta serie hasta que se cierra el collar.
Obatalá Efún Yobí: No se tienen muchas noticias de él. Se sincretiza con San José de la Montaña.
Obatalá Yekú-Yekú; Yekú Oñó: Unos lo dan por un anciano y otros por una anciana, pero lo sincretizan con el Cristo de Limpias y San Joaquín de la Paciencia y Humildad, que durante la esclavitud se hallaba en las iglesias de los ingenios. Su collar ritual es de cuentas blancas con bolas de nácar y marfil lleva bastón y se le pone una pelota que se saca del estómago de las vacas.
Se sincretiza con la Santísima Trinidad. Los que lo consideran anciana, dicen que acompaña a Odduá, lleva una corona con 16 plumas de loro, todo lo que se le pone a los Obatalá hembra, su Ozaín va en una caja de plata o cedro, no le puede dar el aire o el sol, vive bien envuelta en algodón y lleva 16 piedras separadas de la sopera, que se juntan cuando esta va a comer y luego se separan nuevamente.
Come gallo blanco y Oke baja a comer con ella. También se le da un carnero blanco y se pasea con él antes de sacrificarlo, dando palmadas; a la octava vuelta se tumba al animal y se sacrifica. Esta ceremonia, con otros elementos secretos, se hace para que la persona tenga salud y desenvolvimiento. Si la persona es hombre, puede pasar para Ifá.
Obatalá Ayágguna; Iyá Yágguna; Ayággruna: Es un Obatalá macho, guerrero, intrépido y combativo como Shangó. Olofi le encomendó poner paz en la tierra, pero al ver que no era obedecido comenzó a cortar cabezas a diestra y siniestra y se acostumbró a la vida guerrera. Al ser reconvenido por Olofi, limpió la sangre producto de su desobediencia. Tiene bastón y es el más fino de los Obatalá. En arará le llaman Malé y Afajún. Algunos le tienen por joven temerario. Es el que escondió la pólvora porque es rey de las guerras y las pendencias, las cuales propagó por todo el mundo. Combatiendo llegó hasta Asia.
Su collar lleva 8 cuentas rojas y 16 blancas intercaladas con 8 cristal. Al cerrar el collar, se coloca una espada de plata o una rama de palma hecha en plata. Se dice que representa a Jesucristo a los 33 años. Viste de blanco con una franja roja transversal. Pelea a caballo y entre sus atributos se encuentran una espada y un gran caballo blanco de juguete, un castillo con 8 ventanas, un machete de plata y una cinta roja. Su baile es vigoroso y guerrero. En otras casas de santo, es considerado el hijo de Ocha Griñán y el rey de Ketu. Lleva una flecha, una lanza, un dardo, una espada, un machete, un bastón, un divino rostro, un caballo y como lo consideran zurdo, quien lo tenga asentado deberá usar esa mano para ponerle sus cosas.
Además, se le coloca un collar con 7 cáscaras de coco, un güiro, una espada con mango de ébano o moruro con una carga mágica y su Ozaín reposa en un caballo cubierto con una manta roja. Además de la carga fundamental, lleva cascos de caballo, una bandera roja y otra blanca, una muñeca que representa a su señora ganada en el concurso de los Diez, una cabeza y un bastón de ébano forrado con cuentas de Obatalá, rematado con cráneo de paloma, el cual señala las virtudes. Lo consideran pendenciero, borracho, chismoso y revolucionario. Cuando es el santo de cabecera, se le pone una bala, dos canillas de gallo que hayan comido, entizadas en plata, un chino, una cartuchera, un porrón de agua y, afuera, la canilla izquierda de una chiva, un alfanje, una flecha con su arco, una mano de caracoles en el medio, un muñeco con una cimitarra en una mano y una escopeta en la otra como símbolo de la guerra. También se le llama Aruwó-Aruwó.
Obatalá Alaguema; Aguemó Yemá; Aguema: Se sincretiza con Santa Lucía y para otros con el Sagrado Corazón. Le pertenece el camaleón. Se dice que es el dueño de la ceiba (vea Iroko). También se le sincretiza con San José. Es mensajero de Shangó y posee sus secretos. Es curador, sanador y buen consejero. Es de Inle y Yebú, de la ciudad de Oduaremú. Lleva un camaleón con un alfanje en la mano, llamado Tanyi, y vive en lo alto de la ceiba.
También se le pone un bastón, 2 moñingas, una espada, un narigón y dos manos de caracoles. Los arará lo llaman Alejeyé Bajedo. A este lo acompaña el gran espíritu Lumujé, quien come gallina guinea blanca al lado de Obatalá. Su Ozaín vive en una tinaja. Este Obatalá acompaña a Odduá para mirar la maldad de sus enemigos.
Este Obatalá son dos: Alaguema y Aguema. A ambos se le ponen dentro 7 flechas. Son mensajeros de Olofi y Su collar se confecciona con ocho cuentas blancas, una cuenta de agua de jabón, una cuenta verde, una cuenta de agua de jabón y ocho cuentas blancas, repitiendo este ciclo. Antes de cerrar el collar, se coloca un ojo montado en metal blanco en el cierre.
Obatalá Ekanike: Viene de la tierra Iyebú y es guardián del pueblo, guerrero y anciano que tiembla. Cuando baja, hay que cubrir de blanco el cuarto de santo, hasta donde se halla el tambor y vestir de blanco al poseído. Se le da una escopeta de juguete y, para que salga a bailar ante el tambor, se dispara un fulminante. El santo se sorprende, da un brinco y luego empieza a bailar. En la tierra arará, se le llama Ahado, su Ozaín se monta en un caballo blanco y lleva una espada, una trompeta y una hacha cretense.
Cuando se quiera que venga a la cabeza de su hijo, se le hacen disparos de fulminante. Viste de rojo y blanco, acompaña a Shangó y Obatalá Ayágguna y, fuera de su sopera, se le pone un cuerno con pólvora.
Obatalá Talabí: Para algunos, esta se hace la sorda para sorprender las habladurías. Responde al tocar duro la campana. Es un Orisha hembra que se sincretiza con Santa Rita de Casia. Talabí se le llama también a uno del coro de los mellizos o Ibeyis. Además, su nombre lo recibe el Ibeyi Hembra. Su collar es blanco y cristal intercalado.
Obatalá Ondó: Es hembra y virgen. Vive en lugares rocosos a la orilla del mar. Lleva cuatro pedazos de arrecife y un cetro hecho de raíz de ceiba y otros secretos.
Obatalá Ayaluá: Se le conoce en la tierra de Ifé con el nombre de Alajúa. Es un Orisha exterminador opuesto a su hermano Ayalá, quien fabrica las cabezas, las pone y les da vida. A Ayalúa no se le canta más que cuando se le da de comer. Vive en una tinaja blanca y verde y lleva una cimitarra, una corona de laurel y una cadena de plata.
La tinaja se cubre con una jícara pintada de por fuera de verde y por dentro, los siete colores del arco iris. Acompaña a Odduá y es de la tierra Egwadó. Afuera se le pone una pesa y un bastón de ácana forrado de cuentas blancas. En la tierra arará se le conoce como Bejueleso, que es la madre de Shangó. Esta vive en el centro del mar y allí fue donde Shangó nació por medio de un relámpago. Este Obatalá se confecciona con una piedra de rayo pintada de varios colores. Es muy conocido en Matanzas.
Obatalá Oloyú Okuní: Es el dueño de los ojos del hombre. En la tierra arará se llama Nuetodosú. Va cargado con su Ozaín y una flecha afuera. Lleva cuatro plumas de loro en forma de corona y un acofá del mismo metal. Es el que con sus manos alivia las penas y vicisitudes y solicita clemencia de los otros Orishas para sus hijos. Su collar es blanco y al cierre lleva una cuenta azul claro cristal. Se sincretiza con la Inmaculada Concepción y su fiesta es el 8 de diciembre.
Obatalá Ocha Orolú: Es el rey de los Egwadó. En arará recibe el nombre de Agasako. Su sopera va cruzada por fuera con una cadena de plata de la cual cuelgan tres acofás del mismo metal. Es el que con sus manos alivia las penas y vicisitudes y solicita clemencia de los otros Orishas para sus hijos. Su collar es blanco y al cierre lleva una cuenta azul claro cristal. Se sincretiza con la Inmaculada Concepción y su fiesta es el 8 de diciembre.
Obatalá Okeylú: Rey de Ekití y Abeokuta. En arará se llama Akualisa. Su Ozaín va en una casa miniatura que vive en Obatalá. Se le pone llave, un bastón, una cimitarra y un machete. Afuera hay un Osún de gallo pequeño. Este Obatalá vive en lo alto y también recibe el nombre de Atawé Oré.
Obatalá Alabalaché: Es el oráculo de Obatalá y representa pasado, presente y futuro. En arará se llama Amukato. Lleva 16 pelotas de marfil, una flecha de palma y otras cosas. Afuera se le ponen 4 cáscaras de coco para preguntarle. Come más de 8 palomas. Su comunicación con sus hijos es a través de los sueños. Quienes lo tienen asentado son grandes caracoleros. Nace en el signo Ogbe Turá.
Obatalá Aná Suaré: Es muy sufrido y soberbio, acompaña a Obbá Moro y su collar es blanco. En la tierra arará se conoce con el nombre de Anuá Jono. Su Ozaín tiene figura de viejo. Lleva dos machetes, un Santísimo, 2 escaleras, una flecha, dos lanzas, dos látigos, una corona, un libro, un poayé y un crucifijo. Sus hijos sufren mucho y no deben botar a nadie de la casa ni levantarles la mano.
Este Obatalá mora en las montañas junto a Odduá, es un espíritu de gran pureza que se cubre con retazos de tela blanca entre los algodones. Se sincretiza con la virgen de las Mercedes y con el Santísimo. Su collar se confecciona con 8 cuentas blancas intercaladas con cristal, 8 blancas seguidas y una imagen del santísimo en plata.
Obatalá Adema: lleva dos pulseras, un collar de 16 cuentas de Obatalá y una cuenta verde de agua, hasta hacer 16 tramos de cada clase. Come chivo pequeño blanco sin castrar, gallina guinea y paloma junto con Obatalá. Su caracol se tira al piso para sacar la letra y después se continúa con el de Obatalá. Segbo Lisa: es el equivalente de Obatalá entre los arará. La corte de Obatalá recibe el nombre de Enusuje. Segbo Lisa vive en el espacio, ocupando tanto el oriente como el occidente. Es el dueño del mundo y sus piezas son las de Obatalá. En su consagración se hace ceremonia de dos gallos blancos en una cueva.
Obatalá Ochalufón: es de la tierra de Ifón y entre los arará se le conoce como Foduya. Fue él quien inventó y dio a los hombres la potestad y el ashé de hablar. Lleva una lengua de plata, una campana de Obatalá con el mango en forma de hoja de sable, un bastón con mango curvo, tres poayé de palomas, una nuez de kola, una cruz de plata, un corazón de madera, un iruké cargado con coco, ero, kolá, obi motiwao, cabeza de paloma y marfil, una corona de metal y una cruz de ébano.
A este Obatalá se le consagran las abejas y su ofrenda favorita son los panales. Se le ponen espigas de millo y vive separado por cortinas dentro de la canasta. Este Obatalá se hizo Orisha a los 84 años. Obatalá Oggán: (vea Oggán) este Obatalá es de la ciudad de Oduaremú. En la tierra arará recibe el nombre de Tonuno y es el guardián de Obatalá, quien le cuida las espaldas y vive cerca de su sopera. Se lava con cocos verdes y su collar es blanco con 16 corojos o 16 semillas de mamoncillos chinos.
Sus verdaderas semillas son llamadas Iwuin vegetal. Lleva una sola piedra de pico y tres piezas compuestas por una coraza, un acofá y un almohadón o cojín. Cuando se lava, su cazuela se tapa con un género blanco. Su comida se pone en el techo de la casa y puede ser un gallo blanco, ñame desbaratado, coco, maíz picado, rosetas de maíz y huevos en número de 8, 16 ó 24, con manteca de cacao y cascarilla, pero envueltos en manteca de cacao.
Es originario de Ibadán. Esclavizó a la muerte y le quitó su guadaña, la que se le pone dentro de la sopera. Habla muy bajo, es comerciante, come conejo, nace en el signo Otura Sa y se le ponen muchos pañuelos, mucha cascarilla, un tubo de plata, 7 pimientas guineas que usará su hijo en caso de guerra, 16 babosas, 2 moñingas, 2 manos de de caracoles, 2 palomas de plata y un narigón: Su Ozaín va en un muñeco de madera de ceiba en forma de calavera, pero con cuatro ojos y una guadaña en la mano. Lo llaman Leshé y también Ladekué. Lleva afuera una escalera de plata de 16 pasos con dos manos de caracoles cosidas a ella. Su collar es blanco.
Obatalá Okeilú: También conocido como Atawé Oloru Oré, fue rey de Akití y Okutá. En la tierra arará lo llaman Okuolisa. Su Ozaín va en una casa miniatura que vive dentro de Obatalá. Se le pone una llave, un bastón, una cimitarra, un machete y fuera, un Ozaín de gallo pequeño. Vive en lo alto.
Obatalá Olufón: Es de tierra Ifón y se le considera el eterno orador de Olofi. En la tierra arará recibe el nombre de Oliseto. Se le pone otro juego completo de herramientas en plomo, 16 babosas y un acofá. Su Osaín va en un tamborcito de plata forrado con caracoles. Se le hace una corona de cuentas blancas y 16 plumas de loro. Su sopera se pone sobre una estera dentro de la canastilla. Es un hombre viejo y apacible y donde esté no puede haber oscuridad, por lo que siempre hay que encenderle una luz y sus hijos no pueden dormir a oscuras.
Obatalá Oguiniyán: Este es un Obatalá poco conocido. Fue el que, por encargo de su padre Ochagriñán, terminó el asiento del mundo. Los arará lo conocen por Awémayú. Este Orisha se entrega como complemento de su padre y va en un güiro pintado de blanco, lleva solo una piedra y se le ponen un gallo de plomo y una cadena de plata con una mano de caracoles engarzada. El güiro se forra con algodón. Este Obatalá no deja ver su cara y come gallo.
Obatalá Elefuro: También recibe el nombre de Imolé. Es reina de Ifé y se le llama la reina del aceite. Se separan dos piedras, las cuales se colocan fuera de la sopera en una taza bola; dentro de la sopera se pone algodón y encima de éste un círculo de plomo con el Ayé (mundo o caracol alargado diferente al caurí que el consultante guarda en su mano mientras el santero lee el diloggun), las herramientas, una mano de caracoles, un narigón, 2 moñingos, una peinilla de plata y un sable. Fuera lleva un muñeco donde se carga su Ozaín y un bastón de tres curvas.
Se le ponen cestas de hielo con agujas y un huevo con una rueca. Vive dentro de las cortinas y se alumbra con lámparas de aceite. Se le debe poner su ofrenda en una canasta que siempre lo acompañará. Come 8 palomas y se le canta de lejos. Además, lleva un pequeño güiro cargado con sus secretos, que simboliza a Ojwi Yomi, un centinela virgen de 16 años que vigila el sueño de Elefuro. En la tierra arará se le llama Oñoro.
Obatalá Obalabi: Es una Obatalá sorda originaria de Oyó. Lleva un cuerno de marfil, 2 manos de caracoles, una moñinga, un narigón, un triángulo de plata con su barrita para sonarlo y llamarlo, un tambor forrado con cuentas blancas donde va su Ozaín, un paraguas forrado con cuentas blancas, 4 pulseras de plata, dos muñecos con sus piedras y el mismo ritual que los Obatalá femeninos. En la tierra arará se le llama Kuosineo.
Obatalá Orisha Yeyé: Es el primer Obatalá femenino y proviene de la tierra de Iyá Ye. Posee los títulos de Obatalá, se le considera la mayor de las hembras y es la que origina la ceremonia de sacar las piedras de la sopera de Obatalá hembras y poner el caracol cobo dentro. Lleva una corona con 16 caracoles y un arco y flecha. Anda mucho con Oyá, por lo que se le pone una pulsera de cobre y su Ozaín va dentro de un ataúd.
Como todos los Obatalá femeninos, sus piezas van fuera de la sopera, junto con las piezas secretas y el Diloggun. Esta Obatalá vive sobre la arena y también recibe el nombre de Dundalé. Es dueña de los monos, familia de Odduá y habla en los signos Oddí Ka y Otura Meyi. En la tierra arará se la conoce como Gagá.
Obatalá Obón: Es el encargado, junto con su hermano Oggán, del alma de los hijos de Obatalá cuando estos mueren. Lleva un cofre minúsculo de metal donde se guarda un escarabajo dorado (según cuenta la leyenda, es un secreto de Obatalá que vino de Egipto) dentro del cual se carga el Ozaín y una mano de caracoles diminutos. Este cofre vive junto con Obatalá de cabecera y se recibe cuando sale el signo de caracoles 10 en el Itá de la persona. Se retira al morir su dueño. En la tierra arará se le llama Agasawé.
Obatalá Obanlá: Es un Obatalá hembra y recibe en tierra arará el nombre de Seyitenó. Se le dice “la luz que aparece”. Es la Eyanlá de Ifé y lleva corona y bastón de plata, con tres coronas de mayor a menor rematadas por una paloma; un sol con 16 rayos; una piedra preciosa; un Ozún con cuatro columnas, rematado pos dos palomas superpuestas y un muñeco con una luna en la mano, un sayón azul y blanco y se carga. Come pescado fresco y gallina guinea blanca. Es el espíritu que acompaña a Obatalá y se llama así, si la persona tiene Odduá, come con él.
Obatalá Obalabi: Es una Obatalá sorda originaria de Oyó y lleva un cuerno de marfil, 2 manos de caracoles, una moñinga, un narigón, un triángulo de plata con su barrita para sonarlo y llamarlo, un tambor forrado con cuentas blancas donde va su Ozaín, un paraguas forrado con cuentas blancas, 4 pulseras de plata, dos muñecos con sus piedras y el mismo ritual que los Obatalá femeninos. Su nombre en arará es Kuosineo.
Obatalá Obanlá: Es un Obatalá hembra y recibe en tierra arará el nombre de Seyitenó. Se le dice «la luz que aparece». Es la Eyanlá de Ifé y lleva corona y bastón de plata, con tres coronas de mayor a menor rematadas por una paloma; un sol con 16 rayos; una piedra preciosa; un Ozún con cuatro columnas, rematado pos dos palomas superpuestas y un muñeco con una luna en la mano, un sayón azul y blanco y se carga. Come pescado fresco y gallina guinea blanca. Es el espíritu que acompaña a Obatalá y se llama así, si la persona tiene Odduá, come con él.
Obatalá Aikalambó: Nace en el Signo Ofún Sa y es el rey de Iká, cerca de la ciudad de Ibadán. Se dice que es borracho. En la tierra arará recibe el nombre de Ajá Nuto. No debe faltarle nunca el sará ekó (el maíz para ebbó y que se hace a la carrera cuando un muerto o santo está molesto), y su Ozaín va montado en tres monos de cedro, sujetos a una tabla. Se le pone dentro un machete, una cimitarra y afuera, un barril pequeño de madera con aguardiente, una botella de caramanchel y una jícara de plata. Vive en una tinaja forrada con muchos caracoles.
Obatalá Airaniké: Es de la tierra de Oyó, acompaña a Ochalunfón y es considerado un Obatalá guerrero. Lleva dentro un juego de herramientas de cedro; su Ozaín va montado en un caballo, afuera de la sopera lleva un bastón y una cadena de plata y colgando de la misma, las herramientas de Changó hechas de plata y una cimitarra de 14 pulgadas que no se recuesta a la sopera. Se dice que anda mucho con Oshumare y con Kinkologdé, los cuales son, respectivamente, el arco iris y la divinidad. En la tierra arará se le llama Ajósupato.
Obatalá Ekúndire: Proviene de la tierra de Iyesá y acompaña a Odduá. Lleva 4 poayé, 4 serpientes y su Ozaín va montado en la cabeza de un tigre hecha de bronce,
Obatalá Kinisu: Lleva dentro un juego de herramientas de cedro, además de marfil y cuentas de Obatalá. En la tierra arará se le conoce como Kinisu. Obatalá Orisha Obralá: Es joven y vive en el patio junto a una mata de peregún, dentro de una tinaja forrada de caracoles. Lleva 16 babosas, una cimitarra y su Ozaín va montado en una babosa de madera que vive dentro de una casita.
Obatalá Bibí Niké: Monta a caballo y es un cíclope descomunal. Se le pone una espada, una lanza, 2 culebras de plata y su escudo, que es la coraza de la tortuga. Su Ozaín va forrado en la piel de este animal.
Obatalá Oshereilbo: Siempre anda con Shangó y su Ozaín se carga en una figura con dos muñecos de cedro los cuales son macho y hembra unidos por la espalda. Se le pone fuera un hacha doble de plata y una cimitarra. Se adorna con muchos caracoles y plumas de loro y en la tierra arará se llama Amasobi.
Obatalá Fururú: Es el rey de la tierra Baribá y consejero que se sienta a conversar e impartir enseñanza a los jóvenes y a las parejas que no pueden concebir. Su Ozaín va montado en una caña de plata y se le pone marfil, una cruz, un caballo, una pluma, un libro y se adorna con hojas de palma por fuera de la sopera. Sus atributos incluyen además 1 cordero, 1 lirio y 2 palomas. En arará se llama Agótigagá. A este Obatalá se le ofrendan palomas que luego se sueltan al vuelo. Se sincretiza con San Joaquín, padre de la virgen María. Su día se celebra el 16 de agosto. Su collar es blanco.
Obatalá Edegú: Es el rey de la tierra de los efushé. Su Ozaín va montado en un muñeco de plomo con espuelas en los pies y va dentro de la sopera, al igual que su collar, que lleva 16 caracoles. Además, una cimitarra y una lanza. Come de noche chivo blanco y tres gallinas de guinea. Es albino. En arará se llama Ayayá.
Obatalá Abany: Es padre de Oggán (Vea Oggán, Ogbón y Ogboni) y maestro del pueblo Iyebú. Cuando quedó ciego, fue sacrificado a Olokum por los sabios y su cabeza, sembrada a la orilla del mar, dio una mata de coco verde; desde entonces produce agua. Vive en el agua y lleva un bote pequeño de estaño y su Ozaín va montado en una cabeza del mismo metal. Come pavo blanco, se lava con agua de coco verde y se le ponen cocos pequeños caídos de la mata. En arará se llama Mawetón.
Obatalá Ayenolú o Ayelú: Se conoce con el nombre de Yelú y Laguelú en la ciudad de Ibadán. En arará se le conoce como Akefún y Akuadó. Su Osaín va en un muñeco; lleva marfil, nácar, coral y un triángulo de plata. Es un ayudante de Obatalá, extraño y calmado. Su collar lleva 16 azabaches con cuentas blancas. Otro collar se confecciona con 8 cuentas blancas, 4 rojas intercaladas con agua de jabón y al cierre una moneda de plata. Su comida es un gallo blanco y dos palomas negras.
Se le encienden 8 velas. En otras casas de santo se le pone otro juego de herramientas de plata, un acofá, un bastón forrado con cuentas de Obatalá, yefá (polvos que se riegan sobre el tablero de adivinar) de Orula, una bola de billar, dos muñecos, 4 caracoles y 4 plumas de loro. es un Obatalá guerrero con una banda roja en la cintura, similar a su padre Ochagriñán y su hermano Ayágguna.
Lleva dentro de su cuerpo un muñeco de cedro sin cabeza al cual le falta un pie, además de un Ozaín montado en un capullo de algodón, cargado con crucifijo, caracol, nácar y otras cosas, forrado con cuero de chiva de Obatalá y cuentas blancas. Se viste con pañuelos de muchos colores.
Obatalá Eyuaró, Eruadyé, Eluayé: es la hija mimada y única de Olofi e Iyá. Se casó con Ayágguna. Es una santa inalterable que permanece sentada en una silla. Para que Obbá Moró sancione, es necesario hablar con ella. En la tierra arará se la conoce como Agumé. Lleva el mismo ritual que los Obatalá hembra, además de dos manos de caracoles, eleyá, dos narigones, dos moñingas, dos pulseras torcidas, una pulsera de marfil, un aro con 4 estrellas de plata, 16 cabezas de palomas forradas en cuentas blancas, un caracol en cada ojo y otros ingredientes. Su collar es blanco. Se sincretiza con la Virgen de Fátima.
Obatalá Yemmú o Yembó: es considerada por muchos como la madre o fundamento de los demás Obatalá, y la pareja de Obatalá. Come un gallo y un pato. Sus collares son de cuentas de coral, azul cristalino y azul claro, en un número de 14. Sus herramientas son una llave y un ancla (la llave va encima) de metal blanco.
Se sincretiza con la Purísima Concepción. Es originario de Ibadán. Esclavizó a la muerte y le quitó su guadaña, que se coloca dentro de la sopera. Habla muy bajo, es comerciante, come conejo, nace en el signo Otura Sa y se le ponen muchos pañuelos, mucha cascarilla, un tubo de plata, 7 pimientas guineas que usará su hijo en caso de guerra, 16 babosas, 2 moñingas, 2 manos de caracoles, 2 palomas de plata y un narigón.
Su Osaín va en un muñeco de madera de ceiba en forma de cadáver, pero con cuatro ojos y una guadaña en la mano. Lo llaman Leshé y también Ladekué. Lleva afuera una escalera de plata de 16 pasos con dos manos de caracoles cosidas a ella.
Obatalá Agguidai: es un Orisha que catalogaremos dentro de los Obatalá. Es el encargado de llevar los mensajes a Obatalá. Lleva un Osún con un gallo, dos pies y dos manos de metal blanco, y su collar es blanco con tramos de los colores de los Orishas principales y, por supuesto, Orula. Come cuatro gallos blancos y cuatro palomas blancas.
PATAKÍ DE OBATALÁ
Obatalá tenía una hija muy bella, dulce y sencilla, que era la felicidad del padre. Esta hija tenía tres enamorados: lkú, Aro y Ofo. Como es de suponer, Obatalá estaba ante un espinoso dilema, pues si daba la mano de su hija a uno de ellos, los otros dos se vengarían. Por ello, su elección, cualquiera que fuese, ponía en peligro la vida de su hija, tan querida para él. Obatalá se convirtió en paloma y se posó en un árbol frondoso de flores multicolores que representaban todas las virtudes de que gozaba su reinado, y se sintió muy desgraciado. Así pensando, quedó sumido en un profundo sueño.
Cuando despertó, le vino a la mente todo lo soñado y se apresuró a emitir un bando para todo su reino, el cual decía: «Quien me traiga un abani, se casará con mi hija». En esos tiempos, los abani eran muy escasos y difíciles de cazar. En el mismo bosque intrincado que rodeaba al palacio, vivía un sitiero quien adoraba en silencio a la hija de Obatalá y había decidido llevarle el abani solicitado, pero consultó antes su decisión con Orula.
La consulta resultó en este lfá, que le mandaba a hacer ebbó con babosas, cascarilla, merengue, achó fun fun y un palo de su tamaño, y le recomendó que después fuera al monte a cantar. Así lo hizo el sitiero y su canto era tan dulce y melodioso que sus ecos parecían suaves voces venidas de otro mundo. lkú, quien venía por el sendero, se paró a oír, pues también había leído el bando y traía en un saco el tan ansiado abani.
Extasiado, dejó caer el saco y quedó como petrificado. El sitiero aprovechó su trance, recogió el saco, y se lo llevó de inmediato a Obatalá, quien le concedió a su hija en matrimonio. Esto le sucedió al buen hombre por los consejos siempre sabios de Orula. Y por mandato de Obatalá, Orula, Echu y Oggún, quedaron atrapados lkú, Aro y Ofo sin poder hacer daño. Maferefun Obatalá, Maferefun los orishas.